Socialistas Democráticos de Estados Unidos (DSA), uno de los varios partidos que figuran fuera del bipartidismo dominado por los republicanos y los demócratas, se encuentran en una situación financiera crítica, enfrentando un déficit de siete cifras y considerando recortes de empleo y despidos para estabilizar sus cuentas, según informó The New York Post.

La DSA, conocida por liderar protestas en contra de Israel en diversos puntos de Estados Unidos, se encuentra sumida en una crisis económica que algunos de sus líderes describen como una necesidad imperante de tomar medidas para detener las pérdidas financieras.

A pesar de sus esfuerzos en las manifestaciones, la organización se enfrenta a una realidad financiera que la obliga a equilibrar su presupuesto y a considerar medidas impopulares como despidos, según lo revelado en una propuesta interna.

Se han quedado sin fondos

El Comité Político Nacional de DSA, vinculado a su grupo marxista Pan y Rosas, presentó una propuesta para recortar gastos relacionados con el personal, incluyendo la posibilidad de despidos. Ante un déficit que obligará a recortes presupuestarios significativos, la organización busca reducir gastos en un 58%, siendo el 72% de sus ingresos proyectados.

Los miembros de DSA, Alex Pellitteri, Kristin Schall y Laura Wadlin, reconocen la gravedad de la situación financiera en su propuesta de reducción de costos. Señalan que, para mantener una organización sana y democrática, deben tomar decisiones difíciles que afectarán a todos los niveles de la organización.

En caso de ser necesario, la propuesta contempla despidos de acuerdo con el contrato del sindicato DSA, siendo el Comité de Personal responsable de determinar la cantidad y el tipo de puestos afectados, además de coordinar un plan de transición del personal.

Esta crisis financiera, podría estar vinculada al respaldo ciego de líderes de DSA a los grupos palestinos, especialmente tras de las protestas y el ataque terrorista de Hamás en octubre del año pasado. Algunos en la extrema derecha acusaron a DSA de haber perdido credibilidad y apoyo al respaldar a Palestina.