El gobierno de Francia anunció que lanzará una contraofensiva para combatir la proliferación de chinches, que en las últimas semanas aparecieron en el transporte público, cines y hospitales.

Viajeros asqueados habían colgado videos en redes sociales de estos insectos chupasangre, vistos en el metro de París, trenes de alta velocidad e incluso en el aeropuerto parisino Charles de Gaulle.

El ministro de Transportes, Clément Beaune, informó en la red social X que reunirá a los operadores del transporte público la próxima semana “para informarles sobre las medidas adoptadas (...) para tranquilizar y proteger” a la población.

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Las chinches, que desaparecieron casi completamente de la vida cotidiana en los años 1950, han resurgido en las últimas décadas, especialmente debido a la alta densidad de población y al aumento del transporte público.

Se cree que una décima parte de los hogares franceses han tenido problemas de chinches en los últimos años, lo que suele requerir una operación de control de plagas que cuesta varios cientos de euros y que a menudo hay que repetir.

Problema de salud pública

Por su parte, la presidenta del grupo parlamentario del partido izquierdista radical La Francia Insumisa, Mathilde Panot, reclamó un plan de urgencia y reconocer a las chinches “como un problema de salud pública”.

La agencia sanitaria nacional francesa recomendó a la gente que compruebe sus camas de hotel cuando viaje y que sea precavida a la hora de meter en casa muebles de segunda mano o colchones usados.

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Las picaduras de chinches causan irritación, ampollas o grandes erupciones en la piel, y pueden provocar picores intensos o reacciones alérgicas. También suelen causar angustia psicológica, problemas de sueño, ansiedad y depresión.