Los cigarrillos de tabaco se vendieron a 10 céntimos.
Los cigarrillos de tabaco se vendieron a 10 céntimos.

En hecho inédito, las máquinas expendedoras de varias ciudades de Italia ofrecían este fin de semana paquetes de de a 10 céntimos tras ser atacadas por piratas informáticos como protesta por el anarquista Alfredo Cospito, en huelga de hambre por estar preso en un duro régimen de aislamiento.

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El apoyo al anarquista Alfredo Cospito, en huelga de hambre por estar preso en un duro régimen de aislamiento, sirvió para que muchos fumadores se abastezcan en forma barata de los de tabaco.

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¿Por qué no comida?

Los aparatos alterados han sido vistos en ciudades de todo el país, como Nápoles (sur), Pescara (centro), Génova (norte) y la isla de Cerdeña, donde los propietarios han tenido que interrumpir la venta de tabaco, según ha informado la prensa local este domingo.

Hackers rebajaron los precios de los cigarrillos.
Hackers rebajaron los precios de los cigarrillos.

Muchos se pasaban la voz para aprovechar la “oferta” de cigarrillos.

La gente comentaba que mejor hubieran abaratado productos alimenticios y no cigarros de tabaco que, como todos sabemos, son muy dañinos para la salud y enferman de cáncer.


Huelga de hambre

Las pantallas de las máquinas mostraban a su vez un cartel con la frase “Alfredo Cospito, fuera del 41 bis”, un régimen de aislamiento reservado a los mafiosos y criminales más violentos de Italia.

Cospito, que lleva en huelga de hambre desde el año pasado, recurrió hace una semanas al Tribunal Europeo de Derechos Humanos después de que el Supremo italiano desestimara sus peticiones de rebajar la condena.


Derechos violados

En el recurso el reo denuncia que se violaron sus derechos al ser condenado “por un crimen que en el momento en el que lo cometió no constituía delito en base a la legislación italiana”. Cospito fue enviado a prisión por disparar en las piernas a un empresario en 2012 y por poner dos paquetes bomba en una escuela de oficiales de los Carabineros, cuya explosión no causó heridos.

Aunque cumplió gran parte de su condena en una cárcel ordinaria de Italia, el anterior Gobierno, con su ministra de Justicia, Marta Cartabia, decidió el 5 de mayo de 2022 aislarlo en el régimen del “41Bis”, reservado a los mafiosos y peores criminales, porque supuestamente continuaba en contacto con grupos anarquistas.


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