Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Alberto, de 67 años de Magdalena.

Dra. Magaly Moro, llevo 34 años casado con Teresa, una mujer activa, conversadora y muy querida por todos. Siempre admiré su carisma y esa facilidad para llevarse bien con la gente. Sin embargo, últimamente siento que su trato con ciertos hombres del barrio cruza una línea que me incomoda. Ella dice que exagero, que solo es educada, y que estoy celoso por gusto. Pero no es solo eso. Es ese tono coqueto al saludar, esa risa larga, o cómo se arregla más de lo usual para ir al mercado.

No quiero parecer controlador ni desconfiado, pero noto cosas que antes no estaban. Yo la conozco, y aunque puede que sea mi percepción, esos gestos me hacen ruido. Me inquietan. No quiero hacer un drama, pero tampoco puedo fingir que no lo veo. Solo quiero sentir que sigo siendo especial para ella, como antes, cuando bastaba una mirada para entendernos.

Me da vergüenza admitirlo, pero siento celos. Y tristeza también. Celos no por desconfianza, sino por nostalgia. Por extrañar ese espacio que antes sentía solo mío. Ahora, por momentos, me siento como si ya no fuera parte de su mundo.

En lugar de envejecer con calma, me paso los días dudando si aún le importo. Me pesa. Nunca creí que esta etapa de la vida vendría con tantas preguntas.

Doctora, ¿cómo puedo hablar con ella sin parecer inseguro o anticuado? Solo quiero recuperar esa tranquilidad y volver a sentirme importante en su vida.

CONSEJO

Querido Alberto, habla con Teresa con calma y sin reclamos. Dile cómo te sientes, enfocándote en lo que te pasa a ti y no en lo que ella hace. A veces uno se distancia sin querer, pero una conversación sincera puede acercarlos de nuevo. Pregunta, escucha y abre el corazón. Volver a sentirse cerca empieza por hablar con honestidad y sin temor.

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