¡Alerta! Enfermedades laborales que debes prevenir
¡Alerta! Enfermedades laborales que debes prevenir

“Este trabajo me enferma”. Esta frase no siempre es una simple queja que se lanza a la ligera. En ciertas ocasiones, se trata de una realidad demasiado física y dolorosa como para ser pasada por alto. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las actividades que realizamos para ganarnos el pan tienen serias repercusiones en la salud. Por ejemplo, si en la profesión se está en contacto constante con sustancias químicas, los riesgos de cáncer son mayores. Pero, más allá de cuestiones particulares, presentamos las enfermedades laborales más comunes, en general.

1. Males ligados al sistema osteomuscular. Aquí se cuenta un gran abanico de afecciones ligadas a las articulaciones, los músculos, los tendones y los huesos. Entre las más populares destaca, sin duda, el famoso dolor de espalda. Las mayores culpables suelen ser las sillas, mal diseñadas desde el punto de vista ergonómico. También hay que responsabilizar a los escritorios que no se encuentran a una altura adecuada. Asimismo, si nuestra ocupación nos obliga a agacharnos constantemente, la espalda sufre. 

2.- Además de esta parte del cuerpo, es frecuente que sufran el cuello, la cintura y los hombros. Pero allí no acaba la cosa. De acuerdo con la OIT, en la lista de enfermedades del sistema osteomuscular tiene un sitio privilegiado la tenosinovitis, debida a movimientos repetitivos, esfuerzos intensos y posturas extremas de la muñeca. Asimismo, el síndrome del túnel carpiano, que produce la pérdida de fuerza en las manos y ocurre por “períodos prolongados de trabajo intenso y repetitivo, trabajo que entrañe vibraciones, posturas extremas de la muñeca, o una combinación de estos tres factores. 

3.- Fatiga visual. Es fácil notarla. Empiezas a sentir que te arden los ojos o se ponen rojos. Se produce por la lectura constante de documentos, especialmente si están en una pantalla sin adecuada protección, o cuando la vista está muy expuesta a fuentes lumínicas.

4.- Cansancio. Nos referimos al síndrome de 'burnout' (palabra cuya traducción es 'quemado'). Ocurre cuando el trabajo ocasiona un gran desgaste físico y emocional en la persona, lo cual provoca una pérdida del interés en lo que se hace, así como frustración y aburrimiento. Es común en empleos monótonos, poco estimulantes y muy sedentarios, así como altamente estresantes. Lo peor de esta afección es que puede generar fatiga crónica (cansancio extremo que suele traducirse en insomnio, molestias musculares, fiebre, pérdida de la concentración, sensibilidad extrema a la luz y el ruido y debilitamiento del sistema inmunológico).

4. Estrés. Al igual que el síndrome de 'burnout' o la fatiga crónica, el estrés puede tener consecuencias físicas como dolores de cabeza, reacciones en la piel (dermatitis o alergias), úlceras, entre otras.

5. Obesidad y males gastrointestinales. El engordar sobremanera es un mal típico de ocupaciones sedentarias como el trabajo de oficina. Esa condición, unida a una dieta poco saludable (demasiada comida chatarra), provoca un aumento desmedido de la masa corporal. El incremento de la grasa trae como consecuencia problemas arteriales y agotamiento extremo. La mala alimentación, sumada al estrés puede, por otro lado, provocar malestares estomacales como el síndrome de intestino irritable, estreñimiento o dolor abdominal.

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