Con la llegada del otoño y los cambios repentinos de clima, aumentan los casos de infecciones respiratorias en el país. Niños, adultos mayores y personas con alguna enfermedad crónica suelen ser los más afectados. Resfríos fuertes, bronquitis o hasta una neumonía se vuelven comunes y hacen que muchos terminen en el médico durante esta temporada.

El Dr. Miguel Fernando Gonzales Aste, neumólogo de la Clínica Stella Maris, recomienda prestar atención a los primeros síntomas y actuar de inmediato. En esta nota, comparte algunos consejos para evitar que el cuadro se complique.

ABRIGARSE BIEN. El aire seco y el frío afectan nariz y garganta. Usar abrigo, sobre todo en las mañanas y noches, ayuda a evitar resfríos y molestias respiratorias.

VENTILAR LOS ESPACIOS. Tener ambientes cerrados todo el día acumula virus. Abrir ventanas un rato al día renueva el aire y evita el moho y el exceso de humedad.

EVITAR CAMBIOS DE TEMPERATURA. Pasar de ambientes cálidos al frío sin abrigarse debilita las defensas. Hay que protegerse bien al salir para evitar infecciones respiratorias.

VACUNACIÓN. Aplíquese la vacuna contra la influenza cada año; y si tiene factores de riesgo, también la antineumocócica.

BUENOS HÁBITOS. Lávese las manos con frecuencia, use mascarilla en lugares cerrados y evite el contacto con personas resfriadas.

DEFENSAS FUERTES. Consuma frutas, verduras y proteínas; manténgase hidratado y realice actividad física moderada de forma regular.

OJO AL DATO. Congestión nasal, tos, fiebre, dolor de garganta, estornudos o dificultad para respirar podrían indicar una infección respiratoria.

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