Magaly Moro

Arturo (30 años, Manchay). Doctora Moro, le escribo buscando su consejo. Fui un bobo, me enamoré de una chica que solo se fijó en mi billetera.

Conocí a Alicia cuando se mudó a mi barrio. Varios días a la semana la veía en la cancha cercana a mi casa. Ella practicaba vóley con sus amigas y luego que ellas terminaban, mis amigos y yo entrábamos a la loza deportiva para jugar una pichanga.

Un día comenzamos a hablar y nos hicimos amigos. Pasó el tiempo y nos enamoramos, por lo menos yo sí. Alicia me decía que me quería y que deseaba construir un futuro conmigo. Es por eso que cuando me propuso convivir yo acepté inmediatamente. Apenas teníamos un año de relación, pero a mí eso no me importó.

Pensé que alquilaríamos un departamento, pero ella me dijo que viviríamos en el tercer piso de su casa y que allí tendríamos privacidad. Yo acepté sin reparos. Compré un comedor, un armario, una cama, una cocina, una refrigeradora y un televisor. Todo lo pagué yo. Nunca me imaginé que al sexto mes de convivir me diría que ya no estaba segura de sus sentimientos y que me botaría de su casa quedándose con todos los muebles y electrodomésticos.

Hace tres meses que pasó esto. Le he pedido a Alicia que vuelva conmigo, aún la amo doctora. Sin embargo, ella no quiere. Eso me ha hecho pensar que ella solo me usó para amoblar su casa. ¿Usted qué cree?, me siento herido y molesto por la situación. Ayúdeme, por favor.

OJO al consejo

Estimado Arturo, entiendo tu sentir. Considero que debes sacar tus cosas de la casa de Alicia, ya que ella no desea estar más contigo. Si ella no quiere puedes recurrir a la Policía. Asesórate con un abogado. Si las cosas las compraste tú es justo que las recuperes. En cuanto a Alicia, te aconsejo que no insistas más, déjala que se vaya de tu vida. Llegará la mujer ideal para ti.