Magaly Moro

Rubí (39, Independencia). Doctora Moro, jamás pensé que todos mis excesos del pasado, hoy me pasarían factura de la peor manera. Estoy a punto de cumplir 40 años y soy incapaz de poder lograr que un hombre me pida que sea su pareja, para la mayoría soy solo un “snack”, “un sanguchito”, como dice Magaly Medina.

Estoy harta de mi triste vida. Por muchos años, yo fui una mujer alcohólica y por este vicio perdí por completo el respeto hacia mí misma. Estuve con muchos hombres, incluso, me acosté con casi todos los de mi barrio. Me da vergüenza, pero sé que usted no me juzgará.

Cuando hacía todo esto siempre estaba en mi estado más deplorable. Un día decidí nunca más volver a tomar una gota de alcohol y hasta me interné en un centro de rehabilitación. Han pasado 10 años de esta oscura etapa de mi vida y estoy orgullosa de haber salido de esa fuerte adicción, pero ahora mi dilema es que cada vez que intento iniciar una relación con alguien y le cuento por lo que pasé, siempre se alejan de mí o solo me piden que sea su saliente.

Mi madre me aconseja que no hable de mi pasado, pero tengo miedo iniciar una relación y que luego mi pareja se entere y me deje, la ruptura sería más dolorosa. No quiero correr el riesgo de que alguna decepción me lleve de nuevo al alcohol. ¿Qué hago, doctora? Ayúdeme.

OJO al consejo

Estimada Rubí, primero, quiero felicitarte por haber logrado salir del vicio del alcoholismo, demuestra tu gran determinación y tenacidad. Yo te aconsejo que no cuentes tu historia tan pronto, permite que una persona te conozca y vea lo gran persona que eres. Por otro lado, tampoco es necesario que entres en detalles. Sé prudente. Suerte.