4 claves para formas hijos seguros de sí mismo

Los humanos hemos aprendido que la unión es clave para una sociedad prospera, pero ¿qué tanta importancia le damos a la formación de los adolescentes? ¿Los formamos en miedo o en amor? Si el máximo objetivo es formar hijos seguros de sí mismo, la única manera de llegar a ese propósito es que sean ellos mismos su fuente de control.

Estefanía Güimack Flores de la empresa Atraídos, propone enseñarle a tus hijos a tener estas actividades. 

1.- Habilidades. Dedicarle tiempo a un hobbie le ayudará a organizar sus horarios y experimentará sentimientos gratificantes como resultado de la práctica. Con el tiempo, el adolescente irá descubriendo sus habilidades. Si tus posibilidades económicas te lo permiten, inscribe a tu hijo en talleres que le sean de interés.

2.- Físico. Debemos enseñar que la belleza es un concepto subjetivo que se aprecia más en los valores de las personas que en el físico pero, que esto no significa que no cuidemos de nuestra higiene o de una imagen saludable y estética agradable. 

3.- Es importante que valoren su cuerpo tal y como es. Admirando lo bueno y aceptando las partes con las que no se sienten muy cómodos. Sobretodo, debemos fomentar la filosofía de “engreír a su cuerpo”. Esto significa motivar a que cuiden su cuerpo practicando ejercicio, bebiendo mucha agua y manteniendo una alimentación saludable. Eso ayudará a combatir problemas como la obesidad, acné, depresión, entre otros que puedan tener. Además de estimular un estilo de vida que considere que el alcohol, cigarro o drogas perjudican su salud y su cuerpo.

4.- Sueños futuros. ¿Queremos ver una adolescente que luche por sus sueños? Debemos aclararle que detrás de la realización de un sueño hay dos fuerzas que se unen. La primera es la fuerza del soñador (trabajo duro y perseverancia). Por otro lado, está la segunda fuerza, que son las personas que apoyan al soñador: padres, profesores, familiares y amigos. Ayuda mucho en este camino mencionar frases motivacionales para que los hijos no se rindan y si el tiempo lo permite ayudarle en las tareas, a modo de “asistente personal”. 

Formar púberes y adolescentes de autoestima sólida y con una salud afectiva estable, deriva en jóvenes con una autonomía responsable y una personalidad armoniosa. Ese será nuestro legado: crear vínculos basados en confianza, tener la convicción de que aunque no siempre los estemos vigilando, ellos sabrán negarse a situaciones dañinas. Jóvenes con metas, jóvenes fuertes (de ese tipo de fuerza que viene del interior) y jóvenes que lideren a otros jóvenes.

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