Conoce los males más comunes en verano
Conoce los males más comunes en verano

Veinte segundos son determinantes. Dicho periodo puede hacer la diferencia entre estar sano o caer enfermo. De acuerdo con la dra. Magaly Blas, médico especialista en Epidemiología e investigadora de la Universidad Cayetano Heredia, ese es el tiempo mínimo que una persona debe emplear en lavar sus manos. El aseo es la mejor herramienta para librarnos de algún parásito capaz de causar estragos en nuestro organismo.

Las infecciones diarréicas suelen adquirirse por contaminación fecal de los alimentos”, advierte Blas. Es muy importante limpiar bien las manos después de, por ejemplo, ir al baño o cambiar el pañal de un niño. Con la ayuda de agua y jabón, se evita que los agentes patógenos de las heces lleguen a la boca a través de la ingesta de comidas.

Las medidas expuestas son aplicables a cualquier época del año, pero en verano es vital mantener una buena higiene. “Las altas temperaturas hacen que los alimentos se descompongan más rápidamente y los virus y bacterias se multipliquen, entren al cuerpo y produzcan diarreas”, explica la doctora. Además de los malestares digestivos, la deshidratación y los hongos en los pies -por el uso de medias y zapatillas- son frecuentes en esta temporada.

Causas de diarreas
Las personas más afectadas por las diarreas de verano son los menores de 5 años y los individuos de la tercera edad. Entre los primeros, el motivo principal es por lo general un virus (como hepatitis A). Para los segundos, las bacterias (como la del cólera). Sin embargo, hay otra causa que suele pasar desapercibida por la población: la automedicación. “La gente toma antibióticos para males que no los necesitan. Un fármaco de este tipo no va a hacer nada contra un virus. Lo único que se logra es que el cuerpo adquiera resistencia al medicamento y la próxima vez que nos enfermemos este ya no sea efectivo”, señala Magaly Blas.

Peor es ingerir el antibiótico cuando no se ha comido nada previamente. “De esa manera, se destruye la flora buena del cuerpo. Al acabar con ella, se favorece que proliferen de los malos organismos y eso genera diarrea”, observa la especialista.