Previo al regreso a clases tras Fiestas Patrias, las zonas escolares vuelven a llenarse de movimiento. Entre autos, bicis, buses y escolares cruzando por todos lados, es importante manejar con calma y tomar precauciones para evitar accidentes y enredos.
ATENCIÓN. En zonas escolares todo puede pasar en segundos. Un niño corriendo, un auto frenando en seco. Nada de celular ni distracciones. Ojos bien abiertos y manos al volante. Estar 100 % atentos puede evitar un accidente que se lamenta toda la vida.
RESPETO. Estacionar en doble fila o bloquear una rampa solo complica la circulación. Respetar los cruces peatonales y a los ciclistas hace que todos avancen más tranquilos. Las zonas escolares exigen empatía y buena conducta.
PACIENCIA. Después del feriado, el tráfico se vuelve una locura. Pero apurarse, tocar claxon o meterse por cualquier hueco no ayuda. Conducir con calma es mucho más seguro, sobre todo si hay escolares cruzando o autos mal estacionados.
TIEMPO. Salir con tiempo suficiente evita prisas y decisiones impulsivas. Planificar 10 minutos extra permite adaptarse a imprevistos y circular con tranquilidad.
RUTINA. Conocer bien la zona por donde se circula permite anticiparse al tráfico. Identificar los horarios pico, las calles más complicadas o por dónde cruzan más escolares ayuda a manejar con más seguridad y menos sorpresas.
VISIBILIDAD. Limpiar los parabrisas, las luces y los espejos es un detalle que muchos olvidan. También es importante hacerse notar y quienes van en bici o moto deberían usar colores llamativos o ropa reflectante para evitar accidentes.
TRANSPORTE. Subir y bajar en lugares seguros, lejos de esquinas o puntos ciegos, previene accidentes. Enseñar a los niños a esperar ordenadamente y a no correr es clave en el transporte público.
Quienes se mueven en bicicleta deben tener el doble de cuidado. Circular por la derecha, señalizar con tiempo y no hacer maniobras bruscas, sobre todo en calles con escolares.
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