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Es necesario que cuando una persona se encuentra ante una posible emergencia sepa cómo actuar para frente a determinadas situaciones. Las quemaduras son lesiones producidas en la piel por líquidos calientes, fuente eléctrica, fuego directo o pólvora. El tipo de agente causante, así como el nivel de daño causado son los principales factores a tomar en cuenta en estos, pero ¿qué se debe hacer en estas circunstancias?

1. Realizar una evaluación general. Esto comprende una examen físico rápido, pero precisa, que incluirá la frecuencia del pulso, presión arterial. frecuencia respiratoria, temperatura y estado de conciencia.

2. Segurar una vía aérea permeable y una adecuada ventilación, con el fin de proporcionar una mejor canal para la hidratación, así como el acceso a conductos de aire.

3. En caso se trate de quemaduras de 1° y 2° grados cuya superficie dañada sea menor al 1% o quemaduras de 3° sobre una extensión menor al 2% del cuerpo, se recomienda lo siguiente:

 - Limpiar la herida con agua y jabón. Evite usar líquidos que puedan afectar aún más las heridas.

 - No intente curar el área donde hay ampollas, ya que podría causar una infección mayor.

 - Cubra la zona quemada con gasa estéril y vaselina.

 - Aplique vía intramuscular, bajo supervisión, una analgésico para calmar el dolor.

 - Traslade al herido al centro de salud más cercano para una atención especializada.

Recuerde que existen quemaduras que requieren hospitalización de manera inmediata, como, aquellas de segundo y tercer grado que comprometan más del 20% de la superficie corporal, quemadura eléctrica o químicas, las relacionadas con lesiones o fracturas de un miembro del cuerpo, las producidas en pacientes con enfermedades pre existentes como diabetes, y aquellas que se originaron por inhalación. En estos casos, se deberá administrar oxígeno de ser necesario, y vigilar de manera constante las funciones vitales y el estado de conciencia del paciente.

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