Wendy Valverde y Michael Barriga no solo son esposos y padres de familia; también son los creadores de una comunidad apasionada por el café peruano. Juntos fundaron la Escuela Peruana del Café (EPC), un espacio dedicado a la formación, investigación y difusión de la cultura cafetera. Desde allí, impulsan el conocimiento en torno al barismo, tostado, catación y arte latte, contribuyendo al desarrollo de toda una industria con amor, compromiso y vocación.
Este emprendimiento es fruto de la pasión de Michael Barriga, quien comenzó estudiando administración de empresas y trabajó como bartender. Hace siete años, llegó al mundo del café iniciando un curso de baristas que despertó su interés por el rubro. Desde entonces, se ha dedicado a estudiar profundamente sobre el café, asistiendo a cursos, visitando fincas y conviviendo con caficultores de la sierra y la selva.
En 2021, Michael logra la certificación de catador “Q Grader”, otorgada por el Coffee Quality Institute, para que todos estén alineados a nivel mundial respecto al café, aparte, es profesional tostador.
Con todos esos conocimientos, en el 2019, junto a su esposa, Wendy Valverde, logra implementar un área de laboratorio, tostaduría y catación, donde no solo aprenden, sino que también brindan servicios de capacitación y de otras herramientas para los emprendedores que quieran lanzar su propia marca.
Cada vez iban llegando más alumnos y el movimiento cafetero fue creciendo, entonces, decide abrir una cafetería de atención en mesa en enero del 2020, ad portas de la pandemia, lograron aguantar la etapa de confinamiento, abriendo de nuevo a los pocos meses.
“Sobrevivimos dando cursos virtuales, vendiendo mi café envasado de la misma marca Clamore, yo era el tostador, empacador, vendedor, repartidor, tuvimos que hacer de todo para seguir adelante”, señala
CLAMORE CAFÉ
El primer local que inicio como taller en la Avenida Arenales 471, Santa Beatriz (Cercado de Lima), aún se mantiene también para ser un centro de entrenamiento para el alumno, para que pueda experimentar con la atención directa al público, conocer el movimiento de las cafeterías y entrenarse para el mercado.
El segundo espacio de “Clamore Café” inauguró hace dos años en Jesús María y nació para llegar a más personas con esta propuesta completa de cafetería especializada con ambientes amplios, tres pisos de atención y una carta más completa.
Apenas se ingresa al nuevo local, se precia la gran barra, donde pueden encontrar una gran variedad desde espresoss, americanos, capuchinos, lattes y hasta coctelería con café y la torre de Cold Brew.
En Clamore Café se puede probar más de 15 variedades de café de diferentes procesos entre lavados, honey y natural; a su vez, de distintos departamentos como Cusco, Puno, Cajamarca, Amazonas, Junín, etc, por eso cliente puede elegir de acuerdo al perfil de sabor y sobre eso también elegir el tipo de método de extracción.
Cada piso también propone una experiencia distinta a través de un carrito móvil que tiene los distintos métodos alternativos para darle al visitante una experiencia personalizada y que este pueda ver como se prepara la bebida que eligió en métodos como la prensa francesa, sifón japonés, V60, Chemex, Kalita y cold brew.
Aparte, esta nueva carta presenta más opciones de desayunos con sanguches variados y postres, todo elaborado en el taller de producción del cuarto nivel.
Los especiales de la casa son la empanada de colita de cuadril, sándwich roast beef, sándwich de trucha ahumada y el de prosciutto; también hay clásicos como el pan con chicharrón, tostón de palta, butifarra, empanada 4 quesos y alcachofa, pastel de choclo con ragú de berenjenas, sanguches mediterránea, sanguche capresse, quiche de poro y croissant con mantequilla.
Donde hay buen café hay excelentes postres, han relanzado su carta presentando postres como el “Lucu-misu”, que es un mousse de mascarpone, khalua, espresso y cremoso de lúcuma; “Moccachino”, mousse cold brew con caramelo salado y ganache espresso más crujiente de cacao; y el “Paris Brest” con una corona de choux, muselina de avellanas, ganache de café y praliné de ganache tostado; entre otros.
Su historia de amor florece entre aromas y granos peruanos. Y continúan juntos promoviendo el café como pasión y estilo de vida.
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