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El vestido envolvente fue creado a inicios de la década de los 70's por la diseñadora Diane von Fürstenberg quien puso de moda este vestido. Sus materiales y la caída que lograba con este diseño hizo que se volviera cada vez más popular hasta convertirse en un clásico que se reinventa cada temporada con diferentes telas y combinaciones.

Su creación nació por el deseo de Diane de vestir a la mujer con una pieza que la haga ver formal y bien vestida durante el horario de trabajo y que con sólo cambiar ciertos complementos, esté lista para ir a una cena, un cóctel o una fiesta después del trabajo.

Si analizamos la morfología de esta prenda, vemos que es una pieza de corte muy tradicional, pues la forma de usarlo se asemeja a la de los kimonos o togas o incluso a la de un poncho pero es precisamente esta practicidad lo que lo convierte en una pieza versátil y fácil de usar en diferentes momentos del día.

¿En qué ocasiones puedes usar un vestido envolvente?

Este diseño es ideal para la oficina, para ir a tomar una copa, en una cena, para salir con amigos, un cóctel, un evento familiar.

Su diseño es elegante y sofisticado. Puede utilizarse en eventos de tipo más casual. Sin embargo, para una boda, evento de noche formal u oficial no es recomendable utilizarlo pues lucirás bastante informal y no tan elegante para la ocasión.

Su diseño se adapta a todas las edades, dependerá mucho del color o el estampado que elijas para hacerlo lucir más juvenil o más serio de acuerdo a tu estilo y personalidad.

Incluso para las mujeres embarazadas es una buena opción, ya que al ser envolvente, el vestido se va adaptando a su figura mientras transcurren los meses.

Es importante que revises bien el material con el que ha sido confeccionado, pues al tratarse de un vestido "ajustable" deberá ser una tela moldeable, suave y con una caída natural que permita mostrar soltura y movimiento al caer sobre el cuerpo.