Hace 5 años, el señor Fredy Crispin y su esposa, Esmeralda, apostaron por seguir un sueño y abrieron el primer local de Dolce Gelato en Los Olivos. Actualmente, son una heladería artesanal consolidada con 24 sabores de helado, waffles, crepes, salchipapas y enormes hamburguesas. Diario OJO visitó su local en Jesús María para conocer más sobre su historia.

-¿Cómo inició la historia de Dolce Gelato?

Siempre tuve la idea de independizarme. Toda la vida me han gustado los helados, soy ingeniero de alimentos y visitaba plantas donde hacían este producto. Siempre decía “algún día, algún día” y luego ese día llegó. Le conté a mi esposa la idea y nos pusimos manos a la obra.

-¿Qué productos ofrecen en sus locales?

Nosotros tenemos 24 sabores de helado artesanal que hacemos con leche y también opciones de pura fruta. Trabajamos con frutas de estación como el camu camu, pitahaya, higos, tuna, pero no nos quedamos ahí. También tenemos en carta waffles, crepes dulces y salados, así como las hamburguesas caseras que son las favoritas de nuestros clientes.

-¿Qué diferencia a los helados de Dolce Gelato?

Al probar nuestros productos, los clientes pueden notar que no son excesivamente dulces. Nos gusta cuidar la salud de quienes nos compran, por eso también usamos leche descremada. No es un producto dietético, pero sí tenemos cuidado con los ingredientes que usamos en nuestras recetas.

-¿Cuál fue la parte más difícil de emprender?

La constancia. Creo que ser nuevo y hacerte conocido es complicado. Los clientes vienen, pero hay muchos días donde se vende y los días en los que no. Ahí entra que tú seas constante y sigas ahí con tu misma calidad de siempre.

-¿Recuerdan su primer día atendiendo?

Por supuesto. No esperábamos que llegara tanta gente. Abrimos un 29 de junio a las 5:30 o 6 de la tarde. Ofrecíamos nuestros productos para que prueben el helado, pero las personas querían colaborar con nosotros y hacer pedidos.

-¿Qué le recomendaría a otros emprendedores?

Hago cursos en la universidad sobre helados. Un 90% de mis alumnos son emprendedores. Uno debe ser perseverante, disciplinado y paciente con su negocio. En especial, tomar decisiones para hacer cambios que no hundan tu trabajo. Saber cuando retirarse también es importante.

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