El cabello peruano refleja la diversidad cultural y geográfica del país: en la costa predomina el cabello lacio u ondulado suave, con hebras medianas a gruesas y cutículas cerradas; en la sierra es mayoritariamente lacio, muy grueso, con fibras fuertes, densas y pesadas; mientras que en la selva se caracteriza por ser ondulado o rizado, de hebra medio-gruesa y con un volumen natural influenciado por la humedad de la región.

“El cabello peruano enfrenta climas extremos: la humedad de la costa, la resequedad de la sierra y el calor amazónico. Por eso necesitamos fórmulas que no solo transformen el look, sino que protejan y fortalezcan el cabello. Allí los granos andinos cumplen un rol fundamental”, comenta Walter Paredes, Técnico Master de Kerasilk Perú.

“Hay retos muy distintos según la región: en la costa el frizz es el mayor problema, en la sierra la resequedad y opacidad, y en la selva el frizz y el volumen excesivo. Por eso es fundamental contar con productos diseñados para responder a cada una de estas necesidades”, explica Paredes

Los alisados orgánicos no solo ofrecen un acabado liso incluso en cabellos afro o de textura gruesa, sino que además incluyen acondicionantes naturales como aceite de quinua negra, mirra, cálamo, argán, sésamo y manteca de karité, que hidratan y nutren el cabello, contrarrestando los daños ocasionados por el sol, la humedad, la sal marina y el cloro.

Estos aportan hidratación, nutrición y brillo, evitando el maltrato que suelen generar otros métodos de alisado. El resultado depende también de un proceso de planchado cuidadoso, siempre en manos de un profesional.

En condiciones climáticas adversas como la humedad limeña o el calor amazónico, el alisado mantiene su efecto por un mínimo de tres meses, siempre que se complemente con productos profesionales de mantenimiento en casa.

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