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Las argollas son un verdadero clásico, pero desde que la marca Céline las presento de una manera distinta, de cierta manera se convierten en una obsesión.

El caso es el siguiente: Su forma simple, que se balancea en las orejas, ha estado apareciendo en las pasarelas ready-to-wear, en bolsos ultra chic como sujetadores e incluso se volvió un accesorios de culto para el cabello.

Céline inició la locura de las argollas a través de los bolsos y los accesorios de cabello en sus colecciones Otoño 2015, con modelos innovadores que luego aparecieron en la siguiente temporada.

Dentro de las divas de antaño, fanáticas de las argollas se encuentran Sophia Loren y Brigitte Bardot pero fue Cher, la Diva Original de los 70s quien se hizo dueño del término "Cuánto más grande, mejor" gracias a sus maxi argollas, algunas hechas en marfil.

30 años después, artistas como JLo y Rihanna aún siguen fieles a este accesorios y si bien, llevar múltiples aros en oreja es un must, ya en los 90s (como siempre) era Kate Moss quien daba la pauta.

Las argollas y el denim siempre fue una combinación ganadora y así lo demostró la revista Harper's Bazaar en un edición Enero 2013 al igual que la blogger Pernille Teisbaek (), conocida por su estilo minimal, quien combinó las argollas con un suéter de cuello tortuga.

Si bien las argollas tradicionales debería existir en el closet de toda mujer, jóvenes diseñadores como Charlotte Chesnais (de la Casa Balenciaga) y lele Sadoughi, mantienen el ítem con toques frescos.

Chloé, Stella McCartney y Roberto Cavalli son algunas de las marcas que muestran a la argolla como una pieza it de la temporada del mismo que lo proponen Anthony Vaccarello y Kempner.

Es así, que esta pieza tiene para mucho tiempo más y su reinvención parece no tener fin.

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