Los avances en fertilidad asistida permiten a muchas mujeres retar al reloj biológico y convertirse en madres después de los 40 años. Gracias a la tecnología y el mayor conocimiento del desarrollo embrionario, las clínicas de fertilidad consiguen mayores tasas de éxito, haciendo posible el sueño de la maternidad.
El Perú es uno de los países de la región donde más se demandan tratamientos de reproducción asistida. Según la Red Latinoamericana de Reproducción Asistida (REDLARA), que registra datos de 12 centros especializados, el año 2019 se realizaron en nuestro país 8609 ciclos y procedimientos de fertilidad asistida (son las cifras más actualizadas hasta el momento). Solo nos superan Argentina, México y Brasil.
Se estima que dos de cada diez parejas en el país tienen dificultades para concebir de forma natural, un problema que ha venido escalando a medida que las mujeres retrasan la edad para ser mamás.
“La sociedad ha cambiado en los últimos años. En estos momentos, muy pocas mujeres con 25 años se plantean ser madres, ya que están en pleno desarrollo profesional. Quieren ser mamás después de los 35 o 40 años, cuando las chances de quedar embarazada de forma natural son menores. Gracias a la reproducción asistida, y en especial a tratamientos como la Fecundación in Vitro (FIV) muchas mujeres a partir de los 38 o 40 años pueden alcanzar el sueño de la maternidad sin ningún problema”, explica Javier Ascenzo Aparicio, ginecólogo y experto en fertilidad asistida de la Clínica Miraflores y past presidente de la Sociedad Peruana de Fertilidad.
LA FECUNDACIÓN IN VITRO (FIV)
La Fecundación in Vitro (FIV) es una de las técnicas más usadas en reproducción asistida. Se le considera de alta complejidad porque la unión del óvulo y el espermatozoide no ocurre en las Trompas de Falopio de una mujer, sino en un laboratorio especializado con equipos de última generación. “El embrión resultante es implantado dentro del útero de la futura mamá para conseguir el embarazo”, sostiene Javier Ascenzo.
Este tratamiento es efectivo para tratar muchas causas diferentes de infertilidad. Los candidatos perfectos son aquellas parejas que no han podido concebir de manera natural en al menos un año, además de mujeres que no han tenido éxito con otros tratamientos, incluida la inseminación intrauterina. La FIV también ofrece esperanzas en casos graves de endometriosis, Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) o infertilidad masculina (recuento bajo de espermatozoides o problemas en su calidad).
AVANCES EN FERTILIDAD ASISTIDA
En los últimos años, la tecnología y el conocimiento sobre el desarrollo embrionario han avanzado a pasos agigantados. Hoy tenemos incubadoras y medios de cultivo que proporcionan condiciones lo más parecidas al útero para que los embriones puedan desarrollarse óptimamente. “Hace algunos años los laboratorios no podían mantener embriones en cultivo por cinco días, era imposible. Por eso se debían transferir a través de una FIV lo antes posible. Ahora, con las nuevas tecnologías podemos mantenerlos en cultivo hasta cinco o seis días, como si estuvieran dentro de la madre, lo que mejora las condiciones y el éxito de los tratamientos”, sostiene Javier Ascenzo.
Otros de los avances tienen que ver con la manera cómo se consiguen los mejores óvulos. En los inicios de la Fecundación in Vitro (FIV) había muchos riesgos de producir hiperestimulación ovárica, una patología grave para la salud de la mujer. Hoy con los nuevos medicamentos la estimulación ovárica ya no representa un riesgo y es mucho más segura para la mujer. “La reproducción asistida moderna busca eso: que la pareja logre llegar con un bebé sano y que la madre no presente riesgos en su salud”, añade el también director de la Clínica Miraflores.
Alrededor de 1.800 niños nacen cada año en el Perú por tratamientos de fertilidad asistida de alta complejidad, una tendencia que sigue hacia arriba. “El 2022 realizamos en nuestra clínica 440 ciclos de Fecundación in Vitro (FIV) y más de 290 procedimientos de congelación de óvulos. Esta alta demanda demuestra que las mujeres se preocupan cada vez más por su fertilidad y tienen mayor conocimiento de las técnicas. Las parejas que buscan hijos y no pueden concebir después de un año de intentarlo, deben acudir a un especialista. Y si la mujer tiene arriba de 35 años, lo mejor es ir de inmediato para poder darle un diagnóstico preciso y recomendar el mejor tratamiento”, finaliza Javier Ascenzo Aparicio.