De pequeños, las mentiras suelen estar más relacionadas con la fantasía e imaginación, sin pretender nada más. No obstante, es importante hacerles entender el daño que pueden ocasionar, para evitar que se conviertan en una salida a la recurran con frecuencia. En la siguiente nota le mostramos cuáles son las razones y efectos de este hábito en los menores.

Razones

Según Tania Salvador, psicóloga de Innova Schools, normalmente los menores mienten para llamar la atención de los padres, evitar un castigo u ocultar un error que han cometido, sobre todo cuando tienen padres muy estrictos. Asimismo, también suelen mentir para ser aceptados en un grupo de amigos.

Efectos

Daña el vínculo de confianza entre padres e hijos, y puede terminar afectando al entorno familiar. “El niño puede mentir sobre algo que le dijo o hizo un pariente, generando problemas. Lo mismo puede ocurrir en el colegio con los profesores”, advierte Salvador.

¿Cómo corregirlos?

La especialista recomienda que primero se detecte la razón de su actitud. Después, los padres deben hacerle ver al niño los efectos que pueden causar sus mentiras, para ello puede utilizar herramientas como los cuentos o dramatizar una escena. Adicionalmente, es crucial demostrarle a los niños que son valorados en todo momento y que no es necesario exagerar o mentir para ser aceptados.

OJO AL DATO:

Si los padres no pueden controlar la situación, lo mejor será que busquen apoyo profesional para que los ayuden a descubrir cuál es la razón de ese comportamiento. Es importante recalcar que los menores empiezan a mentir desde los 3 o 4 años.

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