Según el Ministerio de Salud, se estima que alrededor del 20% de los adolescentes peruanos presentan algún tipo de trastorno de conductas alimentarias (TCA), siendo las más frecuentes la anorexia y la bulimia, enfermedades que representan un gran riesgo para la salud física y emocional de la persona. Además, Perú se ubica en el segundo lugar de la región en casos de desórdenes alimenticios, después de México. Los TCA son enfermedades complejas que requieren una atención nutricional, psicológica y médica adecuada. En este sentido, especialistas psicólogos y nutricionistas advierten que comportamientos podrían significar un riesgo de desencadenar dichos trastornos en adolescentes.

“Desde la Comisión de responsabilidad social del Colegio de Nutricionistas de Lima Metropolitana, hemos visitado diferentes centros educativos de la ciudad, en donde hemos brindado educación alimentaria a alumnos de secundaria, encontrando en dichos centros educativos escolares con hábitos alimentarios que podrían significar un riesgo. Ya que inicialmente hemos encontrado población adolescente que no consume los 4 tiempos de comida que deberían tener por “miedo a incrementar de peso”, además hemos encontrado adolescentes que normalizan la práctica de “ayunos prologados”, actitudes que ya podrían darnos indicios que dichos escolares podrían estar en riesgo de desencadenar Trastornos de Conducta alimentaria” Explicó Jessica Huamán, Decana del Colegio de Nutricionistas de Lima

Por su parte la psicóloga del Portal Salud en Casa, Liuba Ulloa precisó que las personas con trastornos alimenticios podrían presentar ciertas características “Hay que estar atentos con la persona que rechaza todo tipo de alimentos, que tiene una constante preocupación por apariencia física y peso. Una persona aparentemente delgada piensa constantemente que está subida de peso, no se preocupa por su nutrición y salud física; y presenta una evidente alteración visual de su apariencia”, sostuvo.

Por otro lado, la Nutricionista Huamán precisó que las personas con trastornos alimenticios podrían presentar otras complicaciones de salud, que acarrearán una disminuida calidad de vida a futuro “Una persona con trastornos de conducta alimentaria, podría desencadenar a futuro problemas gastrointestinales como reflujo gastroesofágico, gastritis e incluso úlceras. Además, que los ayunos a los que se puede ver expuesta la persona, desencadena una malnutrición y por ende tanto la masa muscular como el sistema inmune se ven disminuidos”.

Por último la Psicóloga Ulloa menciona que todo empieza por los comentarios con respecto a la apariencia física que el adolescente podría experimentar en su entorno “La comparación del cuerpo de uno mismo con los modelos socialmente aceptados, agregándole a esto la inseguridad y baja autoestima del adolescente, podría influir en el desarrollo de TCA, por ello para combatir la probabilidad de desencadenar dichos trastornos, se va a necesitar una fuerte constancia, disciplina, tratamiento nutricional y psicológico y si es necesario psiquiátrico para poder volver a la vida normal” agregó.

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