Las generaciones pasadas buscaban estabilidad laboral y beneficios económicos.
Las generaciones pasadas buscaban estabilidad laboral y beneficios económicos.

En un mundo laboral diverso y dinámico, la gestión del talento requiere un enfoque estratégico para construir espacios de trabajo que se ajusten a las expectativas del talento. El encuentro de diversas generaciones ha generado una revisión sobre quién lidera los equipos, enfatizando la diferencia entre un jefe/a, que representa la autoridad formal, y un líder/lideresa, centrado en relaciones sólidas, colaboración y desarrollo sostenible. Mientras las generaciones pasadas buscaban estabilidad laboral y beneficios económicos, las nuevas generaciones integran expectativas más humanas y experienciales, definiendo la tendencia futura.

Según el INEI (2023), la Generación Z en el Perú representa cerca de 7 millones de personas que, hacia el 2026, estarían insertadas al 100% en el mercado laboral, alcanzando cerca del 30% de todas las personas activas para el 2030. En base a ello, de acuerdo al estudio “Generación Z: Desafiando las Preferencias de los Centennials en el Mundo Laboral” (2023), realizado por Konecta con la Escuela de Dirección de la Universidad de Piura (PAD), los centennials mantienen una visión bastante específica de sus expectativas en el espacio laboral valorando un liderazgo humano y cercano.

En ese sentido, Rossina Castagnola, Directora de Talento y Sostenibilidad de Konecta Perú, comparte 5 cualidades que busca la Generación Z en sus líderes.

  • Bienestar. Buscan liderazgo que sean ejemplar y que promueva la generación de rutinas y hábitos saludables. La preocupación por el bienestar físico y mental es una prioridad.
  • Visibilidad. Valoran el reconocimiento laboral inmediato y más pronunciado que otras generaciones. La instantaneidad y la visibilidad son clave para esta generación.
  • Autonomía. Valoran participar y ser parte de solución de problemas y elaboración de propuestas. Prefieren tener la capacidad de decidir qué hacer en lugar de recibir órdenes directas. La autonomía en la toma de decisiones es un aspecto crucial.
  • Empoderamiento. Buscan líderes que adopten un enfoque cercano, que desafié su talento, empoderándolos y brindándoles autonomía en sus roles. La jerarquía tradicional cede espacio a un liderazgo más colaborativo y participativo.
  • Cultura de retos. Prefieren una cultura laboral que ofrezca desafíos significativos donde puedan retarse, aprender otros roles, contribuir activamente y aprender de manera consistente, enriqueciendo su crecimiento personal y profesional.

La tendencia actual refleja un cambio en las expectativas laborales, donde la Generación Z busca experiencias de trabajo que les permita crecer como profesionales, pero también como personas. Desde Konecta, reconocemos las necesidades en el liderazgo de las nuevas generaciones, por lo que desarrollamos programas que los acompañan en todas las etapas, iniciando con el Programa de Banco de Talento donde se forman a las/los futuros líderes brindándoles conocimientos teóricos y prácticas previos a asumir el rol. Desplegamos también el Plan Talent-K para quienes ya ejercen roles de liderazgo; asimismo contamos con el Programa A tu Lado para brindar acompañamiento y consejería psicológica, que la generación Z valora, con la intención de construir espacios seguros y desafiantes para nuestro talento”, comenta Rosina Castagnola, directora de Talento y Sostenibilidad de Konecta Perú.

Transformar los entornos laborales a partir del reconocimiento y la valoración de las expectativas generacionales implica una estrategia clave para fomentar la creación de liderazgos dentro de las organizaciones. Al entender las distintas perspectivas y necesidades de cada generación, las empresas pueden adoptar enfoques de liderazgo más cercanos transmitiendo los valores de la empresa a través de sus líderes, promoviendo así un ambiente de trabajo inclusivo y motivador.

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