El líquido elemento tiene múltiples impactos en el organismo. Para empezar, beneficia a la piel, te hace lucir radiente, y por supuesto, contribuye en varias funciones corporales, una de ellas es el desempeño sexual y la capacidad de excitación.
¿Cómo es eso posible? Bueno, aquí hay algunos ejemplos que ilustran la forma en que actúa la deshidratación:
- Disminuye el deseo. La libido depende de la secreción de hormonas como la testosterona. Para que esto ocurra se necesitan oxígeno y agua.
- Afecta el tacto. El tocarse enciende la pasión y estimula sexualmente. Pero, la capacidad para percibir esos estímulos que llegán a través del contacto entre pieles depende de las neuronas. Estas requieren de agua.
- Le quita placer al beso. La falta de agua genera labios secos y poca salivación, lo cual no es muy estimulante. Además, la deshidratación ocasiona mal aliento.
- Resequedad vaginal. Esto es muy grave. La ausencia de fluidos en esa parte del aparato sexual dificulta la penetración y provoca dolor durante las relaciones.