¿La letra con sangre entra? ¡No señores, los golpes no son la solución!
¿La letra con sangre entra? ¡No señores, los golpes no son la solución!

El uso de golpes para disciplinar a un niño, según investigación de expertos, causan más problemas que beneficios en los menores.
Una cachetada, un bofetón, un tirón de cabello no es la fórmula efectiva para educar. 


1. Golpear a los niños les enseña a convertirse en golpeadores: Según estudios, la educación en base a golpes ha hecho que prácticamente todos los delincuentes más peligrosos fueron amenazados, golpeados y castigados durante su infancia. Los niños, por naturaleza, aprenden a comportarse observando e imitando a sus padres, sea para bien o para mal. 


2. El castigo no permite al niño aprender a resolver problemas o conflictos de una forma humana y efectiva:  Si maltratamos a un niño, paramos en seco su aprendizaje. Un niño que recibe golpes, cultivará sentimientos de ira y venganza, por tanto pierde la oportunidad de aprender métodos más efectivos de resolver problemas. 


3. Los golpes quiebran el vínculo entre padres e hijos, y es que naturaleza humana no nos permite amar a quien o quienes nos lastiman: La única forma de que tu niño coopere es a través de un fuerte vínculo basado en sentimientos mutuos de amor y respeto. Los golpes sólo producen un buen comportamiento basado en el temor, el cual puede mantenerse hasta que el niño tiene edad para oponerse. En comparación, la obediencia basada en el respeto se conservará permanentemente, y traerá años de felicidad mutua al niño y a sus padres a través del tiempo. 


4. La ira y frustración que no pueden ser expresadas quedarán en el interior interior del niño y crecerá según pasen los años: La frustación e ira acumulada por años puede explotar contra los padres cuyo hijo ahora se siente suficientemente fuerte para expresar su enojo. El castigo físico parece producir “buena conducta” en los primeros años, pero siempre será a un precio muy alto, pagado por los padres y toda la sociedad cuando el niño entre en la adolescencia y la edad adulta.


5. Los castigos físicos les envía el mensaje de “de la ley del más fuerte”: El niños llega a la conclusión de que está permitido maltratar a los niños más pequeños. Cuando llegue a la edad adulta, no sentirá compasión por aquellos que son menos afortunados que él, y les temerá a los más poderosos. Esto le dificultará establecer relaciones con significado, tan esenciales para una vida emocional emocionalmente satisfactoria. 


6. Los niños ven en sus padres el modelo a seguir, si éstos los golpean ellos automáticamente asumirán que con golpes se resuelven los problemas y de igual forma los sentimientos de molestia: Si un niño nunca ve a sus padres resolver problemas de una manera creativa y humana, será difícil que él aprenda a hacerlo. Por esta razón, los patrones se repiten de generación en generación. 

Por favor no criemos niños que serán futuros hombres o mujeres violentas y hasta delincuentes. Con amor todo se puede, un buen ejercicio es respirar profundo y recordar el momento en que por primera vez tu hijo/a estuvo en tus brazos y todo el amor que sentiste, luego reacciona y con ese mismo amor corrígelo. 

Conversa con el, espera que termine su rabieta y luego explícale por qué está mal. Hazle saber que haga lo que haga siempre estarás para corregirlo, para alentarlo y para ayudarlo. Tendrán un niño amoroso, respetuoso y fuerte. 

¡Mucha suerte mamá! 

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