En la actualidad, más empresas apuestan por capacitar a sus trabajadores con estudios de posgrado, cursos o talleres para lograr ser más competentes en su entorno profesional. Debido a este beneficio, los colaboradores tienen un mejor desempeño, mayor autonomía en la ejecución de sus funciones y más productividad en el trabajo.
Alejandra Osorio, gerente de Consultoría y Capacitación de Adecco, sostiene que las personas que reciben este tipo de educación se sienten más valorados y genera un alto índice de compromiso con la empresa, lo que finalmente se ve en la productividad de sus labores.
Sin embargo, hay que analizar bien a la persona que recibirá la capacitación. “En algunos casos las empresas toman esta medida como mecanismo de motivación a los colaboradores, sin que el estudio guarde relación con la consecución de los objetivos de la organización. Esto no debe suceder, pues la capacitación es una de las formas que tenemos de dirigir al personal hacia la estrategia empresarial”, indica la experta.
Además, se debe tener en cuenta que es conveniente financiar este tipo de estudios cuando se trata de casos potenciales que están en línea de sucesión. Por ello, las empresas deben tener en cuenta que brindar este beneficio a los colaboradores no solo implica el financiamiento de los estudios, sino también otorgar otros beneficios.
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