¿Lo sabías? Toma en cuenta estas recomendaciones para tener una bella sonrisa

Al sonreír, uno libera sustancias como la dopamina, endorfinas de la felicidad o la adrenalina que generan mayor alegría. Además, este gesto induce una entrada de aire a los pulmones, favorece la digestión y ayuda en los lazos de amistad. Y ni olvidar que es una infalible ama de conquista. En resumen: la sonrisa debería mostrarse con más frecuencia.

Pero la realidad es otra. Lamentablemente, muchas personas confiesan que no se sienten cómodos con su sonrisa por cuestiones estéticas. Para solucionarlo, más de uno visita al dentista por este problema. Estos pacientes que recurren a tratamientos dentales lo hacen para solucionar un problema de imagen que acaba repercutiendo en su salud y en la mejora de su autoestima.

Para complementar estos cuidados profesionales, desterrar los mitos más conocidos sobre el cuidado de los dientes es necesario:

¿Los cepillos duros resultan más efectivos? No. Pueden provocar desgaste en el esmalte, retracción de las encías y sensibilidad. Mejor suave o medio.

¿El limón con bicarbonato blanquea? No. El ácido de esta fruta daña el esmalte y el bicarbonato es abrasivo.

¿Es mejor el cepillo eléctrico? Sí. Los dentistas lo prefieren al manual, siempre y cuando se respeten los dos minutos de cepillado y se cambie el cabezal con la frecuencia indicada.

¿Las limpiezas estropean el esmalte? Sí. El material utilizado no solo no lo daña sino que rompe los cálculos dentales y limpia el sarro.

¿Después de comer, hay que esperar un rato antes de lavarse los dientes? Sí. Es mejor dejar pasar 30 minutos, porque al comer o beber se crea en la boca un medio ácido que puede desmineralizar y debilitar el esmalte si se cepilla justo después.

¿La aspirina encima de una muela quita el dolor? No. Esta acción puede causar quemazón en el tejido gingival.

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