Retos como “la Ballena Azul”o del personaje “Momo”, se popularizaron rápidamente no sólo en y, si no que llegaron con facilidad a países de Latinoamérica, incluido el Perú. Esta tendencia de los retos virales donde se difunden consignas, prendas y retos, a través de redes sociales pueden resultar peligrosas para quienes las reproducen, sobre todo en los niños, quienes son el público más interesado en realizarlos, debido a que les genera curiosidad. Asimismo también los púberes y adolescentes que se encuentran en una edad de desarrollo, la cual busca nuevas experiencias, ser incluido sobre todo en un grupo y para ser parte de uno, hay que sobresalir.

Ante esto, la psicóloga Alexandra Grieve resaltó que es importante fomentar un vínculo de confianza entre padres e hijos, de modo que los niños acudan a ellos frente alguna dificultad. Además, observar el comportamiento de nuestros hijos, en caso, se observe mayores niveles de ansiedad, aislamiento, tristeza recurrente; se debe buscar apoyo profesional para evitar el contacto con estos retos virales, como búsqueda de soporte emocional.

“Siempre que un contenido dañino esté circulando por Internet, es necesario denunciarlo en la misma plataforma donde aparece para que pueda ser eliminado. Hay que tener en cuenta que al denunciar una publicación en Youtube Kids u otras plataformas infantiles, este contenido será auditado y dado de baja para evitar que otros chicos o usuarios accedan a él. Esta opción la podemos encontrar en alguna sección del sitio representada con tres puntos” explica Cecilia Pastorino, Especialista en Seguridad Informática del Laboratorio de ESET Latinoamérica.

Cuidar la privacidad de los perfiles:

Muchas veces los perfiles de los pequeños están abiertos al público, gracias a una débil configuración de la privacidad, pudiendo acceder a su contenido todo aquel que cuente con el nombre del usuario, o incluso partiendo del # que da nombre al reto en cuestión. Es así como, subir este tipo de imágenes, puede no solo resultar perjudicial para los jóvenes proyectando su futuro, sino que representaría también un peligro mayor, al no conocer quién está del otro lado de la pantalla visualizando y teniendo acceso a otros datos que también se hacen públicos desde estas cuentas (como pueden ser ubicación en tiempo real, lugares que visitan recurrentemente, información de la escuela a la que asisten, entre otros).

Una vez más, debemos hablar de porqué se llevan adelante estos retos. Surge como protagonista el “Like”, tan valioso a determinada edad que la popularidad que otorga al usuario detrás de la cuenta se replica muchas veces en la vida real. “El desarrollo neurológico de los adolescentes genera esa actitud de osadía e impulsividad, que los lleva a dejarse llevar sin tomar en cuenta las graves consecuencias que devienen los retos virales”, señala la especialista.