El verano es una época de relajo y descanso, pero también es la estación del año que más perjudica al cabello. Esto debido a la constante exposición a los rayos solares que, desde diciembre hasta marzo, presentan niveles extremos de radiación causando deshidratación capilar.
Durante esta época se genera la deshidratación de la hebra capilar, que produce la pérdida de elasticidad y puntas abiertas, generando además una textura seca y quebradiza. Sin embargo, existen otros factores que contribuyen al daño, entre ellos la sal del mar y el cloro de la piscina, siendo el cabello tinturado el que más se ve afectado. Junto a esto, una incorrecta rutina de cuidado también puede ser perjudicial para la salud capilar.
La educadora de Pichara, Catherine García, recomienda que, para prevenir este deterioro, “es necesario aplicar tratamientos antioxidantes y usar constantemente productos que recubren la cutícula y eviten que se queme con el calor. Por ejemplo, los aceites son una excelente opción. Productos que contengan Pantenol, Aceite de Argán y Filtro UV que ayudan a que el cabello se mantenga fuerte, joven y saludable. Estos productos sellan el cabello contra la deshidratación y el desteñimiento, por lo que son muy importantes, especialmente en melenas que han sido sometidas a procesos químicos como mechas o alisado”.
La especialista también añade que es común que las personas descuiden sus rutinas de cuidado capilar en vacaciones, por lo que su recomendación es hidratar con ingredientes como ácido hialurónico y reparar con proteínas.
Finalmente, la experta indica que es importante mantener una rutina permanente para el cuidado, “lo que nunca se debe dejar de usar son mascarillas capilares, ya que son capaces de nutrir y recuperar la salud desde el córtex, es decir, desde el núcleo de la fibra capilar, manteniendo su suavidad y una textura sana”.