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Por:  | Considerada como la monarca más longeva en el mundo, no solo por edad, sino también por periodo de gobierno, la Reina Isabell II de Inglaterra es considerada como una de las monarcas más importantes del último siglo, habiendo logrado enfrentar grandes impases durante sus primeros años de gobierno y convirtiéndose ahora en todo un ícono histórico y de estilo estudiado por muchas personas alrededor del mundo.

Y como no era para menos, su vida ha sido llevada en innumerables ocasiones al cine y a la televisión, siendo la actual serie biográfica, The Crown, la más ambiciosa realizada hasta ahora y considerada como la más costosa de todas las producciones realizadas para la televisión.

¿Pero por qué? Por nada más y nada menos que por la réplica realizada al vestido que Isabel II usó el día de su matrimonio con Felipe de Edimburgo

Y es que según se tiene entendido, el departamento de vestuario de la serie se llevó gran parte del presupuesto destinado para la realización de dicha réplica. 130 millones de dólares fue el monto destino a la serie y 37,000 fueron destinados a la confección de la réplica del traje que la reina usó el día de su boda con Felipe de Edimburgo, en 1947.

Alrededor de 35,000 euros y siete semanas de trabajo son las cifras que definen un vestido que aparece durante unos escasos nueve minutos en pantalla, con la Abadía de Westminster como espectacular telón de fondo. Se reprodujo el vestido original, de satén color marfil con más de 10.000 perlas bordadas, diseñado por Norman Hartnell, el modisto favorito de la reina, que representaba una alegoría de la Primavera de Botticelli.

Aunque el pago realizado por Netflix para la realización de dicha prenda dista mucho del pago realizado al mencionado modista quien recibió el pago por su creación en forma de cupones de racionamiento, durante los seis meses que tardó en crear la pieza original.

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