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Toser es un reflejo básico con el que todo niño nace pero también es la primera señal de una obstrucción en las vías respiratorias. Este problema puede ser solo una ligera molestia o puede llegar a convertirse en un tremendo atoro.

Cuando un pequeño se está atorando, las señales aparecen muy rápido. Si además de toser se pone de un color azulado, quiere decir que la situación se está agravando.
 
En estas circunstancias es necesario aplicarle una maniobra de primeros auxilios. Toma nota de lo que puedes hacer y de lo que nunca deberías de intentar.

Prohibido: Introducir sus dedos o algún otro objeto en la garganta del bebé.

Lo correcto: Aplicar la maniobra de Heimlich colocando al bebé sobre el antebrazo y con la cara hacia el suelo. Con la palma extendida se debe sujetar la mandíbula y darle pequeños golpes,

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