¿Te consideras un mal jefe? Si no lo has pensado aún, tal vez sea mejor que lo hagas, antes perder la confianza de tus trabajadores o quedarte sin los colaboradores más importantes de tu empresa. Tener un buen ambiente laboral es básico para la productividad, tanto de tus trabajadores como de tu oficina. ¡Presta atención a estas señales!
1.- Tus empleados te mienten o te ocultan información. Mentir no está bien, y menos cuando se trata de trabajo; pero antes de explotar en rabia, hazte la siguiente pregunta: ¿por qué necesitan mentirme? ¿Por qué no son sinceros? La respuesta es que tal vez no te tengan confianza o la última vez fuiste demasiado severo y te tienen miedo. Inspirar confianza en tus trabajadores es necesario para ser un buen jefe.
2.- Tus trabajadores te tienen miedo. ¿Entraste alguna vez a la oficina y todos tus colaboradores se quedaron en silencio abruptamente? ¡Mala señal! Quizás puede que estuviesen comentando algo que no quieren que escuches (porque no les inspiras confianza) o que simplemente te tengan miedo. Si estás en una reunión y todos asienten con la cabeza ante una de tus ideas, es quizá porque prefieren evitarse problemas o no se sienten libres de opinar.
3.- Los mejores empleados te abandonan. Si no puedes retener a los chicos más talentosos de tu empresa, algo pasa. Un trabajador talentoso no se quedará en un lugar donde no valoran su esfuerzo o desperdician su talento. Las razones son variadas, desde un mal ambiente laboral o demasiada carga de trabajo hasta una sueldo insuficiente.
4.- Tu equipo trabaja horas extras. Si tus subordinados pasan más tiempo del que deberían en la oficina y aún así no llegan a cumplir las metas, algo está mal. Los jefes nuevos son relativamente propensos a trazarle metas inalcanzables a sus empleados y este es el resultado obvio. Que tus trabajadores sean más eficientes, no implica que les puedas exigir cada vez más.
5.- Eres adicto al trabajo. Si eres de los jefes a los que les gusta enviar correos electrónicos a las cuatro de la mañana, trabajar en vacaciones o estar siempre pendiente del celular de tu trabajo, está bien; eso no significa que tus trabajadores sean igual de adictos al trabajo que tu. Si los obligas a estar pendiente de tus mensajes o llamadas las 24 horas del día, solo terminarán odiándote.
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