Con las vacaciones de julio y los feriados que se vienen, muchas parejas aprovechan para hacer un viajecito. Más allá de descansar o conocer lugares nuevos, viajar también sirve para descubrir cómo funciona la relación en el día a día. Es como una prueba en miniatura de la convivencia.

ORGANIZACIÓN. En un viaje, por ejemplo, se nota quién toma la iniciativa. Desde buscar vuelos hasta armar el itinerario. Ahí se ve si uno hace todo o si los dos aportan. Ideal para detectar si hay equilibrio o uno se recuesta siempre en el otro.

ESTRÉS. Viajar trae imprevistos como vuelos perdidos, reservas mal hechas, mal clima, etc. Cómo reacciona cada uno en esos momentos habla mucho. Si hay trabajo en equipo o si uno explota y el otro se queda paralizado, son señales que se deben hablar.

FINANZAS. El manejo del dinero puede ser un tema sensible. Gastos compartidos, ahorro o improvisación con los precios revelarán si hay acuerdos claros o si uno termina cargando con todo sin quererlo.

LIMPIEZA. Ya sea en un hotel, airbnb o cabaña, el hospedaje muestra cómo se maneja cada uno con su espacio. Desde si ordena lo suyo hasta si respeta el descanso del otro. Detalles que en la rutina diaria pueden pesar.

RUTINA. Puede ocurrir que uno quiera salir a hacer mil cosas y el otro prefiere quedarse tranquilo, lo importante es que puedan ceder un poco y disfrutar juntos sin peleas ni presión.

COMUNICACIÓN. Hablar claro sobre lo que cada uno espera del viaje ayuda a evitar malentendidos. El secreto radica en escucharse y ser flexible para que ambos disfruten sin frustraciones ni peleas.

Saber ceder y escuchar evita peleas y hace el viaje mucho más llevadero.

OJO AL DATO. Cuando la pareja no coincide, lo mejor es ceder en lo que no es tan importante y escuchar al otro. Así evitan peleas y las diferencias no arruinan el viaje.

BUEN HUMOR. Reír juntos, incluso cuando algo sale mal, muestra buena conexión. El humor compartido y saber improvisar cuando las cosas no salen como esperan fortalece la unión.

CONEXIÓN. Con tiempo de sobra para charlar, se descubre si hay conversaciones reales o si los silencios incomodan. Pueden hablar de todo o simplemente disfrutar el momento.

CUIDADOS. Cuando uno pasa un mal momento, como una gripe o caída, se ve el nivel de cuidado del otro, lo que demuestra cómo se quieren y se apoyan.

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