La digestión de los alimentos empieza en la boca y lo primero que debemos considerar es masticar bien los alimentos. Esto quiere decir con la boca cerrada y sin conversar mientras se mastica. No hacerlo puede llenarnos de gases por tragar aire al masticar.

Estar atentos a la saciedad para dejar de comer es otro consejo. Servirse de más y terminar sobre saciados hace que la digestión pueda tardar más tiempo. Por otro lado, las bebidas gasificadas y azucaradas antes, durante y después de las comidas no tienen un efecto digestivo.

Procure elegir platos de bajo contenido graso (frituras, grasa, pieles, salsas cremosas, etc.) ya que retrasan más la digestión y más bien procure una buena porción de vegetales que aportan fibra porque facilitan la digestión.

Si va a elegir fruta cerca de los alimentos, prefiera la papaya o piña pues contienen enzimas naturales que facilitan la digestión de las carnes. No someta el cuerpo a ningún esfuerzo físico luego de una comida copiosa. Recuerde que el trabajo cardíaco se incrementa por la digestión.

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