​¿Le quitas las pepitas a la sandía? Estas cometiendo un grave error
​¿Le quitas las pepitas a la sandía? Estas cometiendo un grave error

La sandía es una fruta de muy buen sabor que gusta a casi todos. Se caracteriza por tener una gran cantidad de agua lo que la hace ideal para combatir el infernal calor del verano y mantenernos hidratados. Sin embargo, la mayoría la consume de una forma que no es la más adecuada ¿Cómo así? Botamos las pepitas y esto, aunque no lo creas, es un grave error.

Si no comes las pepitas de la sandía desperdicias una importante fuente de fibra, minerales, proteínas y grasas en su dieta habitual. "El componente principal de la cáscara de las pepitas de sandía es la fibra, y la semilla que hay en su interior destaca por su riqueza en nutrientes", afirma Cristina Lafuente Gómez, dietista y nutricionista, quien especifica que, en el caso de las de sandía, "su contenido en magnesio (515 mg / 100 g) y en oligoelementos como el cinc (10,2 mg / 100 g) y el manganeso (1,6 mg / 100 g), es especialmente relevante". También aporta proteínas (28,3 g / 100 g) y grasas (47,4 g / 100 g), sobre todo poliinsaturadas (28,1 g/100 g).

¿Y cómo se traduce esta riqueza en su composición nutricional en beneficios para nuestra salud? Tal y como explica la nutricionista, comer pipas de sandía "es una buena manera de aumentar las proteínas vegetales en nuestra dieta", como refrenda la publicación International Journal of Agronomy and Agricultural Research. "Esto ayuda a mantener la masa muscular, además de aportar grasas saludables que tienen la capacidad de regular el colesterol en sangre", asegura la experta.

Por otro lado, según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, las semillas de sandía constituyen una fuente importante de minerales como el magnesio, ya que, una taza (108 gramos) contiene 556 miligramos de este mineral. "Su consumo es óptimo para deportistas, pues ayuda a la contracción muscular", explica Lafuente, quien continúa: "El zinc contribuye al buen funcionamiento del sistema inmune".

No obstante, la especialista señala que las pepitas pueden ser difíciles de digerir, por lo que su consumo debe ser medido, un puñadito a la semana es lo ideal. "Ingerir muchas pepitas de sandía puede causar molestias gástricas, por lo que es mejor comer poco o ingerirlas después de haberlas secado en el horno (la cocción rompe estructuras que dañan el estómago) y picado a conciencia".

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