Estar en una relación tóxica puede ser difícil de reconocer. A menudo, el miedo, los bloqueos emocionales o la creencia de que se merece esa situación mantienen a una persona atrapada en ese ciclo. Es crucial identificar cuando una relación, en lugar de ser una fuente de felicidad, empieza a afectar negativamente la autoestima y la salud mental. En el mes del amor, Sandy Garcés, psicóloga del área de Orientación Psicopedagógica de la Universidad de Lima, comparte algunas señales de alerta de una relación tóxica y ofrece consejos sobre cómo romper con este patrón dañino.

MIEDO. A veces, es el miedo lo que mantiene a alguien atrapado en una relación tóxica. La idea de estar solo o no encontrar algo mejor genera inseguridad y dependencia emocional.

BLOQUEO EMOCIONAL. Los bloqueos emocionales impiden ver lo que realmente está pasando. No es fácil reconocer que una relación no es saludable cuando se está inmerso en la rutina diaria.

CULPA. Sentir que se merece el maltrato o la indiferencia es común en relaciones tóxicas. La culpa puede llevar a una persona a quedarse, pensando que no merece algo mejor.

AUTONOMÍA. Recuperar la autonomía es fundamental para salir de una relación tóxica. Dejar de depender emocionalmente de la otra persona es un paso crucial para recuperar la paz interior.

BIENESTAR EMOCIONAL. Las relaciones tóxicas afectan tanto el bienestar emocional como el físico. El estrés, la ansiedad y la baja autoestima son consecuencias comunes de estar atrapado en un ciclo dañino.

Siete de cada diez parejas en crisis pueden salvar su relación, según el Instituto Guestalt de Lima.

OTROS SIGNOS. La falta de empatía, indiferencia y manipulación emocional son indicativos de una relación insana. Culpar, manipular y mantener desigualdad de poder refleja esta toxicidad.

TERAPIA. El apoyo psicológico solo funciona si ambos se comprometen. El objetivo no es salvar la relación a toda costa, sino resolver problemas personales.

DECISIÓN. Terminar una relación tóxica no es fácil. Es clave evaluar si la comunicación, confianza y respeto siguen presentes antes de tomar decisiones definitivas.

OJO AL DATO. “Los insultos, celos excesivos y abuso de control son señales de agresión emocional que no deben ignorarse, advierte la psicóloga Sandy Garcés.

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