El cuidado y la restauración capilar son hoy en día una necesidad fundamental para millones de personas que buscan mantener la salud y la apariencia de su cabello. Esto se puede evidenciar en los más recientes resultados del gremio de Cosmética, Higiene Personal y Aseo Doméstico (Copecoh), en los cuales se indica que el segundo mayor crecimiento del sector se dio en la categoría capilar, con un aumento del 8 % en 2024.
Este aumento en la tendencia de productos capilares se debe a diferentes factores, entre los cuales está el incremento de la concientización del cuidado del cabello, ya que este puede ser una fuente de autoestima y expresión para muchas mujeres.
“Cada vez más personas toman decisiones informadas sobre los productos que utilizan en su rutina diaria, especialmente en los de la categoría cabello. Por ello, traemos una propuesta innovadora que combina la tecnología Bioproteína Triple Acción + activo reparador molecular, lo cual revierte hasta 3 meses de daños en un solo uso”, señaló Renzo Ibañez, gerente de Marketing y Comunicaciones de Natura.
Debido a la importancia del cabello, y a los potenciales peligros a los que está expuesto, el experto de Natura comenta los principales daños capilares y cómo se pueden combatir.
- Porosidad y resequedad: la exposición al sol, al viento, al polvo, y el lavado con agua caliente aumentan la porosidad del cabello, facilitando la pérdida de nutrientes y provocando un aspecto seco y opaco. Esto se puede evitar al incluir el shampoo nutritivo en la rutina capilar y el serúm nocturno antes de este, para una mayor restauración de la hidratación y suavidad del cabello.
- Daño químico: cabellos sometidos a procesos como alisados, tintes o decoloraciones pierden su masa capilar, incluyendo lípidos y proteínas esenciales. Esto compromete la estructura interna del cabello. Para ello, se recomiendan tratamientos de reparación que recargue las proteínas y restauren los enlaces internos a nivel molecular.
- Caída por quiebre: peinar el cabello con fuerza, especialmente cuando está mojado, debilita la fibra capilar, provoca roturas y contribuye a la formación de puntas abiertas. Utilizar fórmulas que fortalezcan la fibra desde la raíz y mejoren su resistencia, como máscaras especiales, las cuales forman un escudo protector contra la rotura.
- Daños térmicos y físicos: el uso frecuente de planchas, secadores, rizadores y el roce constante (como al dormir) comprometen las capas del cabello, volviéndolo quebradizo, con frizz y sin brillo. Para ello, el protector térmico es ideal, ya que ofrece una alta protección y reparación de daños constantes y prolongados con tan solo un uso.
“El cuidado capilar va más allá de lo estético, implica entender sus necesidades y actuar con conciencia. Adoptar hábitos saludables y elegir productos adecuados puede marcar la diferencia entre un cabello dañado y uno fuerte y saludable. Hoy en día, los peligros a los que está expuesto el cabello exigen soluciones innovadoras, impulsadas por activos de alto performance a través de la bioinnovación”, finalizó Ibañez.
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