A veces nuestros peludos sacuden la cabeza o se rascan con insistencia, y pensamos que solo es una molestia pasajera. Sin embargo, estos comportamientos pueden ser indicios claros de molestias que no debemos ignorar.
La veterinaria Cecilia Padilla, experta en dermatología felina, explica que signos como sacudir la cabeza, rascados constantes, mal olor o dolor al tocar las orejas son alertas de otitis. Detectarlas a tiempo permite actuar rápido y evitar que la situación empeore, asegurando una mejor calidad de vida para nuestras mascotas.
SACUDIDAS. Cuando el perro o gato sacude la cabeza una y otra vez, busca aliviar una molestia interna que puede ser picazón o presión en el oído causada por inflamación o infección. Es uno de los primeros signos visibles que avisan que algo no anda bien.
COMEZÓN. El rascado insistente en las orejas indica incomodidad fuerte. Si se repite seguido y el animal se queja o muestra irritación, puede haber inflamación o presencia de parásitos que causan dolor y requieren atención médica.
OLOR. Un mal olor fuerte o la presencia de secreciones oscuras o amarillentas dentro de la oreja son señales claras de infección activa. Los oídos saludables no deben oler ni tener fluidos extraños.
DOLOR. Si la mascota se aleja o se incomoda cuando le tocan las orejas, es probable que sienta dolor. Esto puede ser por inflamación interna o una infección avanzada que necesita tratamiento profesional.
HUMEDAD. El agua atrapada en el canal auditivo tras el baño favorece bacterias y hongos. Secar bien las orejas ayuda a evitar infecciones.
La otitis no solo causa molestias, también afecta el equilibrio y la calidad de vida de la mascota. Acudir al veterinario a tiempo permite tener un tratamiento efectivo.
CAMBIO. Atentos a cualquier cambio en conducta o apetito, pues puede ser señal de malestar por otitis u otra afección.
TRATAMIENTO. Nunca usar remedios caseros sin consejo veterinario, pues puede empeorar la infección o dañar el oído.
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