John Cano, un comunicador multifacético con casi dos décadas de experiencia, ha dejado una huella indeleble en los medios de comunicación. Su carrera comenzó como redactor y reportero en diarios como Ojo y La Razón, y más tarde se consolidó como una figura clave en programas icónicos como Amor, Amor, Amor y Magaly TV, donde brilló como Urraco. Esta versatilidad le permitió incursionar con éxito en la radio, demostrando su capacidad para adaptarse a diferentes formatos.

Además, formó parte del equipo de la destacada revista mexicana TVyNovelas, un hito que fortaleció aún más su presencia en el mundo del entretenimiento. A lo largo de su carrera, uno de sus logros más memorables fue entrevistar en tres ocasiones al legendario Roberto Gómez Bolaños, el querido Chespirito. Este sueño de infancia se hizo realidad, un momento único en su trayectoria alcanzado por pocos periodistas.


Con el tiempo, su pasión por el entretenimiento lo llevó a unirse a la agencia Master Live, donde gestionó grandes conciertos de artistas como Shakira, Camilo y System of a Down, entre otros. A través de su agencia, Premium Comunicaciones, consolidó su rol como productor y publicista en la industria.

En una conversación exclusiva con Diario Ojo, Cano compartió los retos y triunfos que han marcado su extensa carrera, demostrando su incansable pasión por la comunicación.

¿Cómo comenzó tu interés por los medios de comunicación y qué te motivó a dedicarte a la producción y relaciones públicas?

Gracias por darme la oportunidad de compartir mi historia. A pesar de que hoy en día tengo más de 40 años, llevo alrededor de 17 a 20 años sumergido en el mundo de los medios. Soy periodista de profesión, pero como sabrás, los periodistas actuales nos hemos transformado en comunicadores multitarea. He tenido la oportunidad de trabajar en medios importantes que me han permitido fortalecer lo que hago ahora con mi empresa, Premium Comunicaciones, la cual se dedica a relaciones públicas y maneja proyectos destacados, como campañas publicitarias y shows de artistas. Desde pequeño, mi sueño siempre fue vincularme con la televisión, y logré realizar varios de mis objetivos, como trabajar en TV y Novelas y en Televisa en México y Estados Unidos, e incluso entrevistar a Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito”, en tres ocasiones, algo que pocos periodistas han logrado.

¿Cuáles crees que son las cualidades clave que debe tener un comunicador para conseguir una primicia o una entrevista exclusiva, logrando que la situación se dé de manera genuina y sin forzarla?

Creo que lo esencial es tener un fuerte deseo de cumplir con tu trabajo y ser persistente en alcanzar tus metas, incluso cuando parecen imposibles. Hoy día, como periodistas 360, debemos escribir, hablar y, sobre todo, conectar con los personajes que cubrimos, buscando siempre la forma de lograr una buena entrevista sin presionar. En mi caso, por ejemplo, logré entrevistar a “Chespirito” en tres ocasiones gracias a una relación de respeto mutuo y a la perseverancia. La clave está en construir relaciones basadas en la confianza, no en la imposición.

Como comunicador con una trayectoria tan diversa, ¿cómo lograste adaptarte a las particularidades de cada medio, ya sea prensa escrita, televisión o radio, y manejar las diferencias en los enfoques y demandas de cada uno?

Cada medio tiene su propio lenguaje y dinámica. Empecé en prensa escrita, trabajando en condiciones muy humildes, pero aprendí mucho sobre la importancia del respeto en el periodismo y de la precisión al escribir. Cuando pasé a la televisión, tuve que adaptarme a un estilo diferente de redacción, y mi experiencia más enriquecedora en este ámbito fue en “Cuéntamelo Todo”, donde tuve la libertad de tomar decisiones editoriales y producir contenido de manera creativa. En cuanto a la radio, lo he visto como una excelente oportunidad para conectar de manera más directa con el público, aunque la televisión me ha permitido desarrollar mejor mis habilidades de comunicación visual. Cada etapa ha sido enriquecedora, pero he aprendido a valorar la libertad creativa y la autonomía para hacer mi trabajo de manera efectiva.

¿Qué aprendizaje te ha dejado tu paso por programas de alto perfil como Amor, Amor, Amor o Magaly TV?

Trabajar con figuras como Magali Medina y Rodrigo González ha sido una gran escuela para mí. He aprendido que, en el periodismo, el respeto por los demás es clave, así como saber mediar y entender la posición del otro, especialmente cuando se trata de artistas y personajes públicos. Magaly, por ejemplo, me enseñó a ser directo y a no temer enfrentar las noticias difíciles con prudencia. Estas experiencias me han ayudado a entender el periodismo desde ambas perspectivas: la de los comunicadores y la de los medios. La clave está en la colaboración y el entendimiento mutuo para que el trabajo se realice de la mejor manera posible.

¿Cómo lograste mantener buenas relaciones con artistas y otros profesionales del medio a lo largo de los años?

En el mundo de la comunicación, es fundamental mantener una red de contactos y relaciones de confianza. He tenido la suerte de trabajar con grandes profesionales y, aunque algunos momentos fueron complicados, he aprendido a mantener una actitud respetuosa y profesional, lo cual me ha permitido mantener relaciones duraderas. Por ejemplo, con reporteras como Marilene Cartagena o Nadia Jaramillo, quienes fueron mis colegas en diferentes programas, seguimos manteniendo un vínculo estrecho. Además, las buenas referencias y la constancia en mi trabajo me han permitido regresar a ciertos lugares y mantener una reputación positiva en el medio.

¿Has enfrentado situaciones complicadas o imprevistas durante entrevistas o coberturas? ¿Cómo las resolviste?

He vivido situaciones inesperadas, como el caso de Dalia Durán y John Kelvin, donde tuve que abordar temas delicados. Siempre trato de mantener la compostura y ser respetuoso con los involucrados, aunque no justifico sus acciones. También recuerdo una entrevista con Chayanne, en la que compartió de manera inesperada información personal sobre la salud de su madre, a quien le habían diagnosticado cáncer, y de su padre, quien también padecía de lo mismo. Esa fue una portada bastante difícil para la revista TV y Novelas. A veces, las entrevistas toman giros hacia temas sensibles, y lo importante es manejarlas con ética, respeto y discreción. Cada experiencia, ya sea con artistas o con situaciones complejas, me ha enseñado a enfrentar los imprevistos y a estar mejor preparado.

¿Qué diferencias encuentras entre la comunicación en televisión y otros medios, y cuál ha sido la experiencia que más valoras en tu carrera profesional?

La principal diferencia entre televisión y otros medios radica en la forma en que se presenta la información. La televisión exige una capacidad para transmitir rápidamente el mensaje de manera visual y efectiva, mientras que en prensa escrita el enfoque está más en la redacción y el contenido profundo. En mi caso, valoro profundamente la libertad creativa que tuve en Cuéntamelo Todo, donde pude tomar decisiones sobre el contenido y desarrollo del programa, lo cual me permitió crear un espacio genuino para comunicarme con el público. Esta experiencia de autonomía y responsabilidad es algo que siempre recordaré con gratitud.

¿Cuál ha sido una de las entrevistas más memorables o sorprendentes que has tenido a lo largo de tu carrera?

Una de las entrevistas más sorprendentes que recuerdo fue con Talía, quien me confesó, entre risas, que usaba la leche tigre como un afrodisíaco. Esa conversación se convirtió en una noticia de gran impacto, y no solo en el mundo hispano, sino también en medios internacionales como Univisión. También, entrevistar a los actores de Carrusel, después de casi tres décadas de haber trabajado juntos, fue una experiencia emocionante, ya que pude ver cómo la serie había marcado a toda una generación. Esas son las historias que hacen que el periodismo sea tan fascinante y gratificante.

¿Cómo recuerdas tus experiencias con artistas icónicos y cómo han influido en tu carrera?

He tenido la suerte de interactuar con personas como Gaby Rivero, Ricky Martin, Daddy Yankee, Juan Gabriel, José José, entre otros. Cada encuentro es invaluable porque no solo son íconos, sino también personas con las que aprendes y que te dejan algo. La oportunidad de hablar con ellos fuera de las cámaras ha sido aún más enriquecedora. Estas vivencias me han formado tanto a nivel profesional como personal, y las recordaré siempre.

En el mundo del periodismo, especialmente con el acceso a artistas y figuras públicas, ¿cómo manejas la ética profesional, especialmente cuando se trata de información privada o confidencial?

El secreto profesional es fundamental en nuestra profesión. Aunque muchos periodistas buscan obtener primicias, siempre hay momentos que se deben respetar, y hay información que, aunque la tengas, no debes divulgar. He aprendido a mantener la confianza que los entrevistados me brindan, incluso cuando las cámaras se apagan. En algunos casos, me ha tocado escuchar cosas muy personales, pero el respeto hacia esas confidencias es crucial. El secreto profesional no debe romperse, incluso si otro periodista obtiene la información. Respetar la privacidad de los demás es un principio que no cambio.

Las redes sociales han transformado el periodismo. ¿Qué opinas sobre la tendencia de obtener información rápidamente y el impacto que tiene en la ética de la profesión?

Es cierto que las redes sociales permiten una conexión más cercana con el público y que los jóvenes prefieren noticias rápidas, pero esto ha generado que algunos se enfoquen en el sensacionalismo y el “clickbait”. Personalmente, no creo en agredir a las personas o atacar a alguien por obtener más vistas. Los periodistas tenemos la responsabilidad de ser responsables y no caer en el facilismo. La ética en el periodismo no debe negociarse por la búsqueda de ratings. Ser respetuoso con las personas es esencial, y el hecho de ser considerado un buen profesional está ligado a tu capacidad para respetar los límites.

En tu transición del periodismo a la gestión de relaciones públicas y eventos, ¿cómo fue ese cambio y qué proyectos destacas en esta nueva etapa?

Decidí dar el salto a la gestión de proyectos y relaciones públicas para cumplir con mis sueños personales. Estaba trabajando con Magaly Medina en el mejor momento de su programa, pero sentí que debía enfocarme en mis estudios. Aunque muchos abandonaban la universidad por la televisión, elegí seguir mi formación, a pesar del riesgo de quedarme sin trabajo. Mi primer gran paso fuera de la televisión fue cuando Gustavo de Los Ríos de la Casa de la Salsa me ofreció un proyecto de reestructuración comunicacional.

Luego, llegaron proyectos con artistas como Bembé, Unísono y Martín Pinto, quien me dio la confianza para dirigir más proyectos. He trabajado con grandes artistas y empresarios, como Jano Mejía de Tropy Music, organizando eventos como la Noche de Salsa 13 con Óscar de León y El Gran Combo. También tuve la oportunidad de colaborar con artistas internacionales como Shakira, Camilo, Shaw Méndez y Hombres G, y talentos nacionales como JP El Chamaco, Son Tentación, Brunella Torpoco y Yahaira Placencia. Actualmente, trabajo con El Cuarteto de Nos y artistas como Pica Pica. También he sido parte de eventos como el El reventonazo de la Chola y el Reggaetón Lima Festival.

Aunque mi camino no fue fácil, he logrado desarrollar una carrera significativa, trabajando con artistas y proyectos valiosos. Estoy agradecido por las oportunidades y el apoyo de las personas que me han acompañado.

En el trabajo con artistas y eventos de gran envergadura, ¿qué retos enfrentas y cómo los gestionas?

La mayor responsabilidad es cumplir con las expectativas de los artistas, managers y productores. Cada uno deposita su confianza en mí para hacer que sus proyectos sean un éxito. Esto puede generar mucha presión, especialmente cuando tienes que manejar varios proyectos a la vez. La clave está en ser organizado, comunicarte bien con todos los involucrados y asegurarte de que los objetivos se cumplan. Cada evento es importante, y la satisfacción de cumplir con las expectativas es lo que me impulsa a seguir adelante.

Después de una exitosa carrera en el mundo de los medios y las relaciones públicas, ¿cuáles son tus próximos desafíos y qué proyectos tienes en mente?

Mi próximo gran desafío es lanzar un medio de comunicación virtual. Estoy trabajando en ello y aunque está en sus primeras etapas, es algo que me entusiasma mucho. Además, quiero dedicarme más a la estrategia gerencial de marcas y empresas. A nivel personal, también quiero continuar con mis estudios y terminar mi maestría. Estos son proyectos que estoy evaluando y que me gustaría desarrollar a mediano plazo.

En un mundo tan cambiante, donde las redes sociales dominan, ¿cómo te has adaptado para seguir siendo relevante y actualizado?

Me he estado preparando para adaptarme a las nuevas tendencias, aprendiendo sobre la gestión de redes sociales, como community manager, y entendiendo cómo se comportan las distintas plataformas. Por ejemplo, TikTok está dirigido a un público joven, Instagram es más visual y emocional, mientras que Twitter está enfocado en la rapidez y la polémica. Cada red tiene su propio lenguaje y público, y mi trabajo consiste en adaptarme y aprovechar esas herramientas para seguir conectado con la audiencia. También me esfuerzo por estar al tanto de las nuevas tendencias y aprender de casos como el de Speed, un joven que ha sabido aprovechar las redes sociales para crear su propia fortuna.

¿Qué consejo les darías a los jóvenes que desean seguir una carrera en periodismo y comunicaciones?

Lo más importante es ser auténtico y no buscar el camino fácil. Hoy en día, muchos jóvenes se enfocan en obtener likes o ser una tendencia en plataformas como TikTok, pero el verdadero desafío es construir una marca personal sólida a través del trabajo duro y el respeto a la profesión. La ética y la pasión por lo que haces son fundamentales. La imagen personal es una de las cartas más poderosas que tienes en tu carrera, y siempre debes velar por ella.

¿Te gustaría añadir algo más sobre tu trayectoria y el futuro de tu carrera?

Agradezco mucho esta oportunidad y la posibilidad de compartir mi experiencia. Mi principal objetivo es seguir creciendo profesionalmente, y siempre trato de ser un ejemplo de trabajo constante, honestidad y respeto. No busco ser un referente, pero sí que mi historia pueda inspirar a otros a seguir sus sueños y ser transparentes con ellos mismos. Lo más importante es amar lo que haces y no rendirse. Estoy emocionado por lo que viene, pero siempre con humildad y gratitud por todo lo que he logrado hasta ahora.

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