Dos mujeres, víctimas de presuntos feminicidios, fueron asesinadas en Piura y Chiclayo, en ambos casos con sus esposos sindicados por los deudos como presuntos autores de los crímenes.
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Los crímenes, con visos de feminicidio, indignan a las respectivas familias de las mujeres asesinadas.
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Las muertes por feminicidio se vienen incrementando, año tras año, a pesar de las leyes severas, muestra de que las penas no son el único factor para reducir estos crímenes por cuestión de género.
Piura
A las tres de la tarde de ayer, en la manzana A, lote 11 del asentamiento humano Juan Bautista de Sechura, en la provincia de Sechura, región Piura, la profesora de educación inicial Juana Huaynacho Choquehuayta (40) murió a manos de su esposo, José Luis Enríquez Chiclla (40).
Vecinos escucharon gritos y una fuerte discusión entre la pareja, por lo que llamaron a la comisaría de Sechura.
Hallada muerta
Al llegar, policías tuvieron que romper la puerta de ingreso de la casa y encontraron a la maestra, muerta en el piso de la sala en medio de un charco de sangre, en posición decúbito ventral (boca abajo) y con múltiples heridas punzocortantes en cráneo y otras partes del cuerpo.
En otro ambiente de la vivienda, al fondo de la casa, hallaron a José Enríquez ahorcado, suspendido con una soga sin signos vitales de vida.
Buena maestra
Juana Huaynacho era maestra en la institución educativa N° 370 “Santa Clara – En Cristo Nos Valga” y era reconocida por su vocación de servicio, su dulzura y el esfuerzo para sacar adelante a sus tres hijos: dos varones de 17 y 15 años, y una adolescente de 13 años, quienes lloran por la violenta muerte de su madre.
Su madre, Alejandrina Choquehuayta (81) quedó devastada al enterarse de la muerte de su hija menor, a quien recuerda como “la más cariñosa y luchadora de todos”.
Chiclayo
En tanto, en Chiclayo, luego de que su esposo la citó para que salga de su casa, una madre de familia apareció muerta, atrapada en la compuerta de un canal de riego del caserío Huanabal, sector El Limón Alto, distrito de Manuel Antonio Mesones Muro, en la provincia de Ferreñafe.
Anita Isabel Roque Manayay (28) presentaba una herida punzocortante en forma de ojal en el tercio superior de la semiregión nasal derecha y otra herida en el hueso frontal izquierdo, indicadores de un homicidio.
Sospechan del marido
La familia de la mujer sindica al esposo, Remigio Vilcabana, con quien la víctima vivía junto a sus dos menores hijos.
“El sospechoso es su esposo porque él la ha llamado para que salga de su casa, para ir a un cumpleaños y desde allí desapareció. Exigimos que se investigue su muerte y se haga justicia. Ella le dijo a su papá que se iba con el hombre”, sostuvo una prima.
Vilcabana desmintió las acusaciones y dijo que él estaba trabajando en una ferretería desde tempranas horas de la mañana del día en que ocurrió el crimen.
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