Sin compasión. Un efectivo policial fue cruelmente asesinado de cinco balazos por dos sujetos, al parecer sicarios, cerca al balneario de San Bartolo, la madrugada de ayer, cuando retornaba a Lima.
Eduar Oswaldo Vega Julca, suboficial técnico de tercera de la Policía, regresaba con su familia luego de haber vacacionado en Chilca,
cuando, pasada la medianoche y estando a la altura del kilómetro 49,5 de la antigua Panamericana Sur, fue sorprendido y baleado a quemarropa por los dos pistoleros, quienes se habían acercado sigilosamemnte a su auto.
Según la Policía, Ana Silva Blas, esposa del agente fallecido, le pidió que detenga el auto, de placa A5N-112, para arreglar un desperfecto. Esto, de acuerdo con los efectivos policiales del lugar, fue aprovechado por los asesinos, quienes lo venían siguiendo de cerca.

Cinco balazos
Los sujetos bajaron del carro con el que lo estaban siguiendo y en forma agazapada se acercaron a la ventanilla del automóvil detenido y le dispararon a Vega Julca sin miramientos ni compasión. Los asesinos incluso le asestaron cuatro balazos más al policía, asegurándose de su muerte.
Acto seguido, raudamente escaparon en su vehículo.

No robaron nada
Lo que más extrañó a los agentes que acudieron al lugar para investigar los hechos, es que los asesinos no robaron nada al suboficial ni a su familia por lo que se sospecha que fue un ajuste de cuentas.
Se sabe que la víctima era aficionado a la cría y pelea de gallos y que había estado trabajando en los últimos meses en Piura, lugar a donde tenía pensado regresar en estos días para continuar con sus labores.
La Policía inició las investigaciones correspondiente para aclarar lo sucedido.