Ningún lugar en el territorio peruano parece seguro. En la tarde del último 8 de marzo, en la clínica Santiago el Apóstol, un grupo de pacientes y sus familiares esperaban para ser atendidos, hasta que la tranquilidad en dicho centro médico, del distrito limeño de Villa El Salvador, fue abruptamente interrumpida cuando unos sujetos ingresaron con máscaras negras y armas.

En cuestión de minutos, los robaron celulares, bolsos, billeteras y todos los objetos que le quitaron al público que tuvo la mala suerte de realizarse una consulta o tratamiento aquel día. Algunas enfermeras también fueron víctimas del arrebato.

Al escuchar la sirena de emergencia, los delincuentes huyeron ya con el botín. Este hecho delictivo forma parte de las 57 denuncias de registradas en clínicas y policlínicos, entre enero de 2018 y julio de este año en el país, de acuerdo con data de la División de Estadística de la Policía Nacional.

Estas cifras revelan un incremento de hasta 58% respecto del periodo anterior, entre el 2016 y julio de 2017, en estos espacios médicos particulares donde los pacientes buscan curar sus males. En ese lapso, se interpusieron 36 denuncias.

PUNTOS.

Lima concentra la mayor cantidad de denuncias por robos en los centros médicos particulares (45%). Le siguen Arequipa, Cusco, Lambayeque y Puno.

En la capital, los robos a clínicas y policlínicos afectan a casi todos los distritos. De acuerdo con el reporte policial, en Lima Sur los delincuentes tienen en la mira a los establecimientos ubicados en Villa María del Triunfo, Villa El Salvador, Chorrillos y Surco. En Lima Norte, figuran Puente Piedra y Los Olivos (ver infografía).

La lista negra de los casos que no se denuncian puede llegar hasta 70%, refiere la Policía.

“Se llevaron hasta los botiquines del primer piso y todas las pastillas de la farmacia que pudieron meter en una bolsa. Hasta las curitas y la gasa se llevaron”, dijo uno de los administradores del Policlínico Los Ángeles, en Comas, en la denuncia policial.

LO ROBADO.

¿Qué roban y dónde lo venden? Estos productos van a parar al “mercado negro”, donde son muy solicitados. Los amigos de lo ajeno roban desde pequeños utensilios quirúrgicos, botiquines, hasta camillas y otros aparatos médicos un poco más grandes de áreas especializadas, como oftalmología, pediatría y cirugía.

Un manipulador uterino, perforador craneal, pequeños monitores, desfibriladores, pequeñas balanzas y microscopios son algunos de los instrumentos médicos que han sido reportados como robados.

El valor de los equipos robados en cada clínica puede superar los 800 mil soles, según las autoridades policiales.

En julio último, la clínica Sanna, ubicada en Yanahuara, Arequipa, denunció el robo de tres gastroscopios, que estaban valorizados en 600 mil soles.

En este robo, los delincuentes no hicieron notar su presencia, porque actuaron forma sigilosa: sacaron los objetos en mochilas grandes.

De acuerdo con las denuncias, suelen actuar entre tres a seis personas. El 40% de los afectados aseguró que el robo se cometió mediante encañonamiento; el porcentaje restante, fingiendo ser clientes y distrayendo a los integrantes de seguridad.