“Que una persona decida no comer o no beber es una decisión personal, nadie puede agarrar a un interno, abrirle la boca y ponerle la comida”, comentó ayer el ministro de Justicia, Eduardo Arana, sobre la situación del procesado Pedro Castillo, quien se declaró en huelga de hambre y fue conducido ayer al hospital de Vitarte por una descompensación.

El ministro exhortó a Castillo a no politizar su situación y someterse a los reglamentos que están previstos en el Código de Ejecución Penal y en el ordenamiento del sistema penitenciario.

Juicio sigue

Ante la ausencia de Castillo, la jueza Norma Carbajal descartó suspender la audiencia. “El señor Castillo, como conocemos, ha informado que está acatando una huelga de hambre, lo que constituye una conducta prohibida por el código de ejecución penal”, añadió tras dar cuenta de que el procesado ha sido conducido al hospital, donde se le diagnosticó “trastorno del sensorio, etiología a determinar”, pero no trastorno electrolítico y deshidratación leve”.

Sin embargo, quien asistió al juicio y con hematomas fue la expremier Betssy Chávez. Aunque en un primer momento su abogado Raúl Noblecilla dijo que ha sido torturada, ella misma informó que el úlimo martes, al ser regresada al penal de Chorrillos, sufrió una caída dentro de la ambulancia. Afirmó que tiene golpes en el rostro, brazos y piernas, y la sala ordenó que un médico legista revise su estado de salud.

Los oficiales PNP: Manuel Lozada Morales y Vicente Álvarez Moreno (retirado) declararon ayer y el juicio continúa esta mañana.