Bajo el intenso sol de San José de los Molinos, en Ica, Claudia Gutiérrez ve su campo de cosechas y se siente satisfecha. A pesar del esfuerzo que supone trabajar la tierra, esta mujer agricultora cuenta que todo vale la pena porque con sus cultivos puede generar dinero y alimentar a su familia. Así como ella, miles de mujeres capacitadas en el programa “Ella alimenta al mundo” de Perú CARE también se sienten orgullosas de sembrar alimentos, una actividad que ha mejorado su calidad de vida.

“Ahora es factible para ellas producir y diversificar la oferta de alimentos ricos en hierro, proteínas y otros nutrientes que contribuyen a la reducción de la anemia y la malnutrición”, dice Julio Nishikawa, gerente de Desarrollo e Inclusión Económica de la Mujer, Seguridad Alimentaria y Nutrición (CARE Perú).

Más oportunidades para ellas

Contar con más mujeres en la agricultura significa más oportunidades para ellas y para todos. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, las mujeres podrían incrementar la productividad agrícola hasta en un 30% si tuvieran las mismas oportunidades de acceso a los recursos productivos que los hombres. Esto permitiría alimentar a 150 millones de personas más.

Hoy, solo el 5% de ellas tiene acceso a los programas de asistencia técnica. Sobre esta brecha trabaja “Ella alimenta al mundo” en Lima, Ica y Piura. Entre marzo de 2019 y enero de 2021, ha llegado a 122.815 participantes; ha logrado que 800 hogares tengan huertos domésticos y críen pequeños animales; y que más de 3.000 familias reciban formación en técnicas agrícolas, gestión del ganado y habilidades empresariales.

Menos brechas: un mundo mejor

Hilda Salcedo cuenta que, gracias a la agricultura, pudo construir su casa y comprar un terreno para cosechar. Ella es un caso de éxito en una región donde las mujeres producen el 80% de los alimentos, pero solo el 30% de ellas es propietaria de la tierra. En Pachacámac, donde vive, ha encontrado una nueva oportunidad para darle bienestar a su familia. No piensa detenerse. Su nueva meta es abrir un minimarket.

“Las historias de estas mujeres y sus familias nos emocionan y nos motivan a continuar con esta labor junto a CARE”, dice Mirko Astudillo, gerente general de la Región Andina Sur (Perú, Ecuador y Bolivia) de PEPSICO.

Invertir en las mujeres y cerrar las brechas de género es fundamental para el crecimiento sostenible y acabar con la pobreza. Ella Alimenta al Mundo nos recuerda que hay miles de agricultoras que estaban esperando por una oportunidad. Hoy las vemos crecer y alcanzar sus metas.

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