Tres ministros de Estado arribaron a la ciudad de Cusco para intentar solucionar la crisis generada por la venta de a Machu Picchu -mediante una plataforma virtual- que ha desencadenado una huelga indefinida. Varios sindicatos y gremios impiden la llegada de turistas al primer atractivo peruano.
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Los ministros de Cultura, Comercio Exterior y Turismo, y Medio Ambiente, llegaron a Cusco el último sábado, con la finalidad de establecer una mesa de diálogo y tratar de que la protesta contra el nuevo sistema de emisión de boletos para el santuario, llegue a su fin.
Los titulares de los citados pliegos se instalaron en las oficinas del Centro de Operaciones de Emergencia Regional - Coer Cusco, ya que se hallan a un costado del aeropuerto Alejandro Velasco Astete. En el lugar esperan la llegada de autoridades y dirigentes sindicales de Cusco.
Se conoció que solo el gobernador regional de Cusco, Werner Salcedo, acudió a la cita. El denominado Colectivo Popular de Machu Picchu, emitió un pronunciamiento, señalando que una reunión sería posible únicamente previa la renuncia de la ministra de Cultura, Leslie Urteaga.
“Aceptamos la mesa de diálogo, previo a la nulidad del contrato entre el Ministerio de Cultura y Joinnus, exigimos la modificatoria de la Resolución Ministerial 528-2023MC, Artículo 7, Inciso R. Ratificar del acta sucrita entre la DDC, la Municipalidad de Machu Picchu y el pueblo de Machu Picchu aprobando la no construcción del Centro de Interpretación en Puente Ruinas sobre terrazas de la época inca. Renuncia de la ministra de Cultura, Leslie Urteaga (SIC)”, señala el comunicado de los huelguistas.
En Cusco las opiniones sobre la protesta están divididas: mientras unos aseguran que esta huelga previene la ‘privatización’ de Machu Picchu a través de la venta de boletos vía Joinnus, otros señalan que esta solo es una excusa para mantener el antiguo sistema de venta de tickets, quejado infinitas veces por propiciar el acaparamiento y hasta ‘ruletaje’ de entradas.