Dos niñas de 10 y 11 años fallecieron en manos de Michael Osco Quispe, un ex militar que abusó sexualmente, asesinó y ocultó sus cuerpos en diferentes lugares de Apurímac.
Imágenes de una cámara de seguridad dieron a conocer cómo este confeso delincuente sigue a MLV de 11 en la calles de Andahuaylas, cuando ella salía a las calles a vender gelatina. Son las últimas imágenes que se tiene de la menor con vida.
Luego de eso se conoce que él la intercepta y la lleva con engaños a un descampado. La otra menor estaba desaparecida desde el 8 de mayo, es JR de 10 años, a quien sus padres hallaron muerta en un cerro.
El exmilitar confesó su crimen y dónde las había enterrado. Las diligencias se tornaron complicadas luego que una turba llegara a exigir justicia con sus propias manos.
Hoy las menores serán enterradas y llevaron sus restos a la Plaza de Armas, mientras que la población exige cadena perpetua para el asesino.
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