Vanessa Tello
Vanessa Tello

Siempre les recomiendo a mis pacientes que nunca se dejen llevar por lo que se resalta en la parte delantera del producto. Si quieren realmente saber qué contiene, lean la parte posterior.

1. Revisen los ingredientes, que van en orden de mayor a menor contenido en el producto. Es decir, el primero de la lista es el que se encuentra en mayor cantidad. No sugiero incluir productos que tengan azúcar añadida en nuestro consumo diario. Ese sería un primer filtro para analizar un alimento.

2. Revisen el tamaño de la porción: las calorías y los nutrientes se indican con base en una cantidad, la cual no siempre es la que se consume. Por ejemplo, una botella de gaseosa personal (500 mL) tiene dos porciones según su etiquetado. La información nutricional que se brinda se deberá multiplicar por dos para obtener el resultado real de toda la botella.

3. Evalúen el contenido total de azúcar. Si buscan perder peso, no debe superar los 10 a 12 gramos por porción.

4. Preferiblemente elijan productos que tengan un buen aporte de fibra. Se recomienda un mínimo de 3 gramos por porción.

5. Controlen el aporte de sodio del producto. La recomendación máxima al día es de 2000 a 2300 mg en todas sus comidas. Existen alimentos envasados como las sopas instantáneas que tienen aportes de 2652 mg de sodio en un paquete.

6. No consuman alimentos que contengan grasas trans.

7. Prioricen que más del 50% de su alimentación provenga de fuentes naturales; de esa forma, no tendrán problemas en leer etiquetas.


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