Si bien, la Navidad es una fecha de unión familiar en la que se comparte agradables momentos; también, es propicia para las comilonas y los brindis exagerados que pueden ser perjudiciales para la salud.
Por ello, resulta importante preparar el organismo para la ingesta de grasosos alimentos y alcohol en miras a tener algún tipo de malestar por la mañana del 25.
Al respecto, la nutricionista española Eva Pérez recomendó no saltarse el desayuno o el almuerzo como muchos tienen proyectado hacerlo para prevenir subir de peso y desatarse por la noche.
En ese sentido, dijo que lo ideal es consumir -durante las horas de comida- proporciones de alimentos menores a las cotidianas, que incluyan grandes cantidades de ensaladas y poco carbohidratos.