Abordar el tema del peso con un adolescente puede ser delicado. Es importante centrarse en la salud y el bienestar, no en la apariencia. En lugar de hablar de “peso ideal” o “adelgazar”, utiliza expresiones como “cuidar tu cuerpo” o “tener energía para tus actividades favoritas”.

Fomenta hábitos positivos sin presiones. Por ejemplo, en lugar de decir “deberías comer menos chatarra”, prueba con “podrías probar snacks que te den energía, como frutas o frutos secos”. Alienta la actividad física no como una obligación, sino como algo divertido, diciendo: “¿Te gustaría probar un deporte o actividad que disfrutes?”.

Sé un ejemplo positivo. Promueve comidas equilibradas y actividades familiares activas. Evita comparaciones o comentarios negativos sobre cuerpos. Cabe resaltar que transmitir apoyo y aceptación es clave para construir confianza y hábitos duraderos.

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