Resulta preocupante lo que revela el último estudio de la agencia IMA GO! Empezando por el dramático dato de que el 54% de limeños y chalacos tiene una economía familiar en emergencia, con respirador mecánico.

Y de ese total, escuchen bien, el 27% ya agotó sus recursos económicos, o sea sus ahorros, y, por ende, pasará un vía crucis en las dos semanas que restan de cuarentena e incumplirá lógicamente sus compromisos de gasto.

Casi la misma situación enfrenta el 10% de este universo, que “solo” soportará de uno a 5 días el toque de queda, mientras que el 17% podrá subsistir de 5 a 10 días.

Un mejor panorama presenta el 25% de los consultados, que tiene en el chanchito algo de billete, como para 20 días a más.

Sí, pues, hay peruanos que aún con la pandemia viven en la opulencia y una buena parte de ellos no se conmueve con la necesidad extrema.

Otros apuntes del sondeo, a los que tenemos que mirar con atención, son los siguientes: Hasta en un 83%, los limeños no confían en que hayamos entendido la importancia del distanciamiento social, el uso de la mascarilla y evitar las aglomeraciones. Terrible, ah.

Ojo a esto también: 6 de cada 10 personas no confían en el servicio de delivery de comida preparada. Uyuyuy. Los negocios, como pollerías y chifas, tienen que chambear un montón para revertir esta desconfianza del consumidor.

Y se destaca igual algo que ha sido evidente. Durante el confinamiento se han desarrollado cuatro hábitos: 36% hace colas para comprar, 26% lee libros, 23% realiza las compras de la semana en la bodega, y 21% realiza videollamadas. Ni modo, hay que ver a la mamita, a la flaca, a la tía, a las hijas, etc.

Finalmente, un detalle extremadamente bueno: El uso de la bicicleta, su compra o alquiler destaca para evitar el contagio de coronavirus en un 18% por sobre otros medios de transporte. Bien, ahí.

Esto fue todo por hoy, cierro el Ojo Crítico, hasta mañana con el favor de Dios.