El Gobierno y varios especialistas concuerdan en que el está en sus días de explosión y creen, además, que esta y la próxima semana serán decisivas para saber cómo quedamos parados sanitariamente como país, después de esta arremetida contagiosa.

Siendo así, bajo esta perspectiva poco auspiciosa, resultaría contraproducente aflojar la cuarentena porque, seguramente, caeríamos en un hoyo que, en algunos casos, será una tumba.

El que hoy no salió a sus habituales conferencias de prensa, adelantó ayer que una eventual ampliación del estado de emergencia “no será fruto de una opinión personal, sino de un análisis estadístico”.

Como fuere, el Colegio Médico ya pidió ampliar la inmovilización al menos dos semanas más. No hacerlo, dijo, “puede traer consigo un gran costo social”. Y no estamos para correr ese peligro, ¿verdad? Además, si lo dicen los médicos, no hay vuelta que darle.

Claro que, como también señaló el mandatario, “es una decisión conjunta que involucra a varias instituciones del Ejecutivo, especialistas y otros grupos que vienen monitoreando las medidas adoptadas para frenar el avance del nuevo coronavirus en el Perú”.

Lo cierto es que los casos confirmados de contagiados llegarían a su pico más alto el próximo 26 de abril, justo el día en que acaba la cuarentena II. Y lo dice el propio mandatario, apelando a estadísticas del Ministerio de Salud. Ahora pues.

A seguir apostando por la vida, entonces. Es cierto que mucha gente necesita volver a su chamba porque nadie vive del aire, pero de momento el aire que respiramos está contaminado por este virus horripilante. Esa es la purita verdad.

Esto fue todo por hoy, cierro el Ojo Crítico, hasta mañana.