Nuestro cuerpo tiene huesos, músculos y una red de nervios para movernos y ejercer fuerza física. Con el ejercicio se activa todo el trabajo cardiaco y circulatorio, se renueva el oxígeno en la sangre, se activa el metabolismo manteniendo el cuerpo saludable, pero también la mente sana.

Un estudio publicado en la revista de la Asociación Médica de Estados Unidos, JAMA Psychiatry, en 2019, concluye que correr 15 minutos diarios o caminar 1 hora al día reduce el riesgo de depresión en un 26%. Otras investigaciones muestran que mejora la ansiedad y el déficit de atención (TDH).

El ejercicio es capaz de generar cambios estructurales y fisiológicos en el cerebro, promueve la creación de nuevas neuronas y permite reemplazar aquellas que ya no son funcionales. Esto también favorece el buen estado de memoria y, sin duda, el ánimo porque al realizar actividad física también se incrementa la producción de endorfinas, estas son neurotransmisores que nos hacen sentir bien.

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